General César Astudillo envió un mensaje a los jóvenes peruanos
El jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, general César Astudillo Salcedo, afirmó hoy que todos estamos en una guerra contra el coronavirus y «la vamos a ganar» quedándonos en casa, que ahora se ha convertido en nuestra «trinchera».
En medio de una reunión del presidente Martín Vizcarra con el Consejo de Ministros, Astudillo dijo que 60 mil efectivos están desplegados en todo el Perú verificando que la población se quede en casa y aplicando la ley a quienes incumplan dicha disposición.
«Esta guerra no solo la pelean policías, médicos y militares; también la pelean ustedes (el Poder Ejecutivo) y nuestro pueblo desde sus casas, casa que se ha vuelto una trinchera y, ¿con qué armas?, con la mejor arma: sus manos», dijo al referirse al lavado frecuente de manos que la población debe cumplir.
Astudillo envió un mensaje a la población juvenil del país, que en muchos casos está incumpliendo la orden de quedarse en las viviendas: «Solo le pido a los jóvenes que desde su trinchera cuiden a sus abuelos, a sus padres, a las poblaciones vulnerables. Ellos los cuidaron de niños, cuídenlos ahora, ¿cómo? Quédate en casa».
Todos los miembros de las Fuerzas Armadas, agregó, tienen bajo control fronteras, aeropuertos, puertos, así como terrapuertos. «Nuestros buques, aeronaves, vehículos e infraestructura… todos están en alerta en esta guerra».
Tras lamentar el fallecimiento de un militar en Puno, atropellado por un sujeto que incumplió el estado de emergencia, comentó que las Fuerzas Armadas están comprometidas con su pueblo al cien por ciento «porque son parte de él y están con una moral al tope; seguiremos adelante y vamos a vencer», subrayó en Palacio de Gobierno.
El 6 de marzo último se confirmó el primer caso de coronavirus en el Perú en un ciudadano que llegó desde Europa. Posteriormente, ante la propagación del mal, el Gobierno declaró el 15 de marzo el estado de emergencia nacional, que obligaba a la población a quedarse en casa.
La norma estipula el aislamiento social obligatorio de la población, el cierre de las fronteras, la suspensión de actividades laborales del sector público y privado (con excepciones), una bonificación extraordinaria para el personal de salud, la entrega excepcional de recursos a familias de bajos recursos, entre otras medidas.
No obstante, pese a las medidas dictadas, no toda la población acata la orden de permanecer en sus viviendas, por lo que el último miércoles el gobierno dictó medidas más estrictas, como la inmovilización social obligatoria de 8 de la noche a 5 de la mañana.