La Alianza Nacional de Transportistas, junto con otros gremios del sector, evalúa realizar un nuevo paro en Lima y regiones los días 10, 11 y 12 de diciembre. Esta medida surge como respuesta a la creciente ola de extorsiones que afecta al gremio. Julio Campos, vicepresidente de la organización, anunció que el 27 de noviembre se llevará a cabo una reunión nacional para definir la fecha exacta de la paralización.
«No podemos seguir viviendo bajo esta ola de sicariato y extorsiones. Estamos realmente cansados de un gobierno que no actúa. Por eso, planeamos una nueva jornada de protesta, posiblemente los días 10, 11 o 12 de diciembre», declaró Campos en diálogo con RPP.
La violencia en el transporte público se ha convertido en una preocupación constante en Lima, Callao y otras regiones del país. El asesinato reciente de Gustavo Christian Salazar Yachachin, conductor de la empresa ‘El Rápido’, en San Juan de Miraflores, es un ejemplo alarmante de esta crisis. Según testigos, dos sicarios a bordo de una motocicleta dispararon contra el conductor mientras realizaba su recorrido, dejando además un pasajero herido.
En respuesta a este hecho, Campos exigió la renuncia del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, recordando que este había prometido dejar el cargo si no lograba resultados efectivos en la lucha contra las extorsiones. «Le tomamos la palabra. Si no puede frenar los asesinatos, debe renunciar», afirmó.
El impacto de estas amenazas no es nuevo para la empresa ‘El Rápido’. El pasado octubre, la Policía Nacional frustró un ataque contra uno de sus terminales en Carabayllo, donde se incautaron explosivos y se detuvo a dos ciudadanos extranjeros. Sin embargo, las amenazas y extorsiones persisten, dejando a muchos transportistas en una situación crítica y expuestos a constantes riesgos.
Según datos de la Policía Nacional del Perú (PNP), entre enero y agosto de este año se registraron 14,220 denuncias por extorsión a nivel nacional, un incremento en comparación con el mismo período del año anterior. Estas cifras reflejan que, en promedio, cada día se reportan 59 casos, aunque se sospecha que muchos más quedan sin denunciar por miedo a represalias.
Frente a este panorama, el gremio de transportistas busca alzar la voz no solo para exigir soluciones inmediatas, sino también para garantizar la seguridad de sus integrantes y usuarios.