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Domingo de Ramos: así se celebra el inicio de la Semana Santa en las regiones del Perú

Ingreso triunfal de Cristo en Jerusalén se vive con fervor católico de original manera que identifica a provincias

El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa y en cada región del Perú se conmemora de manera singular el ingreso triunfal de Jesucristo y sus apóstoles a la ciudad de Jerusalén. En cada representación regional de este episodio emblemático de la vida del mesías, previo a su pasión, muerte y resurrección, se aprecian tradiciones y costumbres que identifican a su fervorosa población.

 
A continuación, repasemos algunas de las más emblemáticas celebraciones del Domingo de Ramos en las regiones del Perú.
 

Catacaos

 
En este emblemático distrito piurano, cuya Semana Santa fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 12 de febrero de 2018, un grupo de miembros de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro se reúne en la Plaza de Armas de Catacaos, portando machetes y escaleras, para dirigirse a la parcela de una familia del distrito de Cura Mori, de la cual extraerán las palmeras a usar durante el Domingo de Ramos.
 
 
En el Domingo de Ramos se desarrollan dos liturgias, por la mañana y por la tarde, consistentes en la concentración para la Bendición de Palmas en distintas locaciones, y el posterior desplazamiento al Templo San Juan Bautista de Catacaos para celebrar la misa. 
 
 
En ambas liturgias se hacen presentes los miembros de las cofradías, incluyendo al Doliente y al Depositario, junto a los feligreses.
 
 
La liturgia de la mañana comienza con la concentración de asistentes en la Capilla Virgen de las Mercedes del barrio Pueblo Nuevo. 
 
 
La liturgia de la tarde se da en la Capilla San Miguel Arcángel del sector Monte Sullón, desde la que parte la procesión del Señor Triunfante Señor de Ramos, cuya imagen es trasladada sobre el lomo de una burrita blanca. Estas actividades son coordinadas por la Sociedad del Señor de Ramos, que hacia la década de 1980 todavía se mantenía como cofradía.
 

Ayacucho

 
Las celebraciones de la Semana Santa de Ayacucho, declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 17 de otubre de 2022, comienzan el Domingo de Ramos, día en que se conmemora el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén, y se realiza la procesión del Señor de Ramos y la entrada del Chamizo o retama seca.
 
 
A las 7 de la mañana es costumbre que se bendigan en la catedral de Ayacucho los ramos de flores y palmas de olivo que llevarán luego unos niños durante la procesión de Cristo sentado en un burrito.
 
 
En las primeras horas de la tarde, ingresan por la parte sur de la ciudad tropeles de mulas, asnos y llamas (alrededor de 300 animales), vistosamente adornadas con cintas multicolores y provistas de esquilas y campanillas al cuello, cargando gran cantidad de Chamizo o retama seca. 
 
 
Adelante va el mayordomo principal, distinguido con la cinta blanquirroja cruzando el pecho, montado en un brioso caballo, elegantemente vestido a la usanza huamanguina. Cabalga portando el estandarte del Señor de Pascua de la Resurrección, bandera e insignia. Acompañan, igualmente, una delegación de jinetes, hombres y mujeres, sobre sus caballos debidamente adornados y vestidos a la usanza huamanguina, acompañados de autoridades locales, arrieros y campesinos de las comunidades aledañas quienes tocan sus Waqrapukus (cornetas hechas con cuerno de toro) y lanzando cohetecillos, anunciando su llegada.
 
 
La delegación circunda la Plaza de Armas y luego deposita la carga de retama en el patio del Palacio Municipal, donde permanecerá hasta la madrugada del Domingo de Resurrección para ser incinerada en el perímetro de la Plaza.
 
 
Una hora después, se realiza la escenificación de la entrada triunfal de Jesús y sus apóstoles a Jerusalén. Desde el Monasterio de Santa Teresa sale una escultura del Señor de Ramos montado en un burrito blanco, acompañado por doce fieles con vestuario judío. Atrás viene otro asno similar, cargando canastas de frutas. 
 
 
Acompañan al Señor las principales autoridades de la ciudad portando palmas y estandartes. Recorren varias cuadras en línea recta y luego ingresan a la plaza de Armas, dirigiéndose a la catedral, donde la escultura será desmontada e introducida al templo. Durante su recorrido, los acompañantes entonan cánticos y vivas, batiendo las palmas de olivo. 
 

Pampacolca

 
Los actos festivos de la Semana Santa de Pampacolca, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2021, inician el Domingo de Ramos con la bendición de palmas y ramos de plantas silvestres en el frontis de la casa parroquial, acto con el que se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén. 
 
 
Tras esto, se hace una procesión alrededor del perímetro de la plaza del pueblo, culminando con la realización de un acto litúrgico en la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción o Iglesia Matriz. 
 
 
En paralelo, altareros y alcaldes elaboran en sus locales grandes cantidades de chicha, bebida fermentada a base de güiñapo de maíz negro y blanco, que se compartirá con los participantes en el transcurso de los próximos días. Cabe resaltar que los espacios e implementos para elaborar la chicha son sahumados con incienso, sebo de llama y hojas de coca, acto ritual con fines propiciatorios.
 

Chancay

 
El Domingo de Ramos se representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, a su regreso luego de cuarenta días en el desierto. Este día tiene como imagen central al Señor del Triunfo, que protagoniza una concurrida procesión. 
 
 
Los devotos llevan margaritas y albahaca de olor, cultivadas con meses de anticipación en la zona, ofrendas tradicionales en los cortejos de la Semana Santa de Chancay. Culminada la procesión, la cuadrilla de cargadores y la banda de música son agasajadas con una merienda ofrecida por los devotos, consistente en una bebida de chocolate caliente y el tradicional chancay, biscocho dulce de elaboración artesanal de esta localidad, cuyos orígenes se 
remontan a fines del siglo XIX. 
 
 
La procesión del Señor del Triunfo es liderada por los pobladores del centro poblado de Quepepampa, anexo rural del distrito, quienes de esta manera se integran a las agrupaciones religiosas urbanas que históricamente se han dedicado a organizar la Semana Santa en Chancay. Los quepepampinos le otorgan un rol de protector al Señor del Triunfo pues le atribuyen como milagro el haber conservado sus tierras frente a las amenazas de los hacendados 
locales.
 

La Libertad

 
El Ministerio de Cultura declaró el 2 de febrero de 2012 como Patrimonio Cultural de la Nación a la Semana Santa que se celebra en la provincia de Bolívar, en la región La Libertad, en tanto constituye una versión particular y original de esta fecha del cristianismo, y es una expresión de la identidad de la población de la provincia de dicha localidad.
 
 
Una de las manifestaciones más características de esta celebración es la recolección de hojas de palma, a cargo de una “Comisión de Palmeros”, integrada por 12 personas voluntarias que representan a los 12 apóstoles de Jesús. Los palmeros realizan un viaje de penitencia al oriente, a la zona de la selva alta, para recolectar las hojas de palma. Este peregrinaje es arduo y algo riesgoso, teniendo en cuenta que la provincia de Bolívar está ubicada a 3,185 metros sobre el nivel del mar, y el trayecto de ida y retorno tarde alrededor de tres días.
 
 
El Domingo de Ramos, un conjunto escogido de palmeras es llevado al cementerio de la ciudad para su bendición por el sacerdote local. De las palmas bendecidas, un grupo se reserva para el Viernes de Dolores, y el resto se colocará en las andas de las imágenes que saldrán en procesión durante toda la Semana Santa, empezando con el Señor de Ramos, cuya imagen sale montada en asno desde las dos de la tarde por las calles de Bolívar.
 

Arequipa

 
El 6 de diciembre de 2012 esta tradicional festividad fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Según la Resolución del Ministerio de Cultura, la celebración de la Semana Santa en Huambo, distrito de la provincia arequipeña de Caylloma, consta de una serie de procesiones de imágenes veneradas, cuya secuencia rememora la pasión, muerte y resurrección de Cristo, acompañadas de imágenes de la Virgen Dolorosa y San Juan Bautista.
 
 
El Domingo de Ramos sale en procesión Jesús Nazareno, que parte desde Cabanachimpa y continúa por Huajanacruz, lugares donde estuvieron alguna vez las apachetas más importantes de cada lugar, y donde actualmente se levantan capillas con sus respectivas cruces.
 
 
La procesión de las imágenes pasa por rutas determinadas por los barrios Hanansaya y Urinsaya, en un recorrido que atravesará cuatro esquinas (dos en cada barrio). En cada esquina la procesión hace un alto para decir la oración por la salud y prosperidad del pueblo y en particular de las familias de los pasantes.
 

Huancavelica

 
El Domingo de Ramos, desde la madrugada, se elaboran las alfombras florales en las calles de la ciudad por las cuales pasará la procesión. En su confección son usados pétalos de flores, plantas y arbustos de la zona, entre otros. El conjunto de alfombras florales llega a medir varios kilómetros. 
 
 
Existe la creencia local de que una vez que la procesión pasa sobre las alfombras, las flores y plantas con las que estas fueron confeccionadas se convierten en curativas de diversos males propios de la zona, tales como el susto y el mal viento.
 
 
En la procesión se da el encuentro de Cristo con la imagen de San Juan Evangelista en el puente colonial de Ascensión que data del siglo XVII. Este encuentro representa la fidelidad del discípulo San Juan hacia Jesús. La procesión tiene una duración de ocho horas. Este día se realiza una misa acompañada de qarawis o harawis en quechua. Durante la procesión también se entonan canciones dedicadas a Cristo. 
 
 
En la procesión de Domingo de Ramos se da la llamada “entrada triunfal”, que representa el ingreso de Jesús a Jerusalén, con el recorrido de la imagen de Jesús que transita sobre las alfombras de flores.
 

Omate

 
Esta celebración de este distrito de la provincia de General Sánchez Cerro, región Moquegua, fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación el 30 de junio de 2010, atendiendo a su importancia local, riqueza de contenidos y originalidad contribuye a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.
 
 
El elemento particular de esta tradición religiosa son las “posas” o zonas de descanso, versión original de las capillas mortuorias establecidas en la liturgia católica. 
 
 
Al parecer, proceden de una costumbre española establecida en Nueva España de hacer cuatro capillas piramidales en los extremos del atrio al exterior de la iglesia para el descanso de las procesiones. Las imágenes colocadas en las posas son de todo el santoral católico peruano, desde el Corazón de Jesús hasta la Virgen de Chapi.
 
 
El Domingo de Ramos consiste en el agradecimiento a los encargados de instalar las posas. A continuación, se recibe a la imagen del Señor de las Piedades de Quinistacas, anexo del distrito de Omate, que transita por las cuatro esquinas de la Plaza de Armas, donde se colocan alfombras florales hechas por los pobladores.