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Crimen, poder y venganza: El asesinato de Óscar Medelius y la sombra de Percin Deza

El asesinato del excongresista Óscar Medelius y del empresario Juan Huidobro ha revelado un oscuro entramado de violencia y conflictos por terrenos en Lima. La investigación apunta a un personaje con un pasado turbio: Percin Deza, exfujimorista y presunto artífice intelectual de este sangriento ajuste de cuentas.

El fatídico lunes 10 de febrero, Medelius y Huidobro fueron brutalmente asesinados en una emboscada cerca del cruce entre la Avenida Universitaria y Camino Real. La cita que los llevó a la cantera «Acumulación Christopher», en Carabayllo, parecía un encuentro de negocios, pero la Policía sospecha que fue una trampa mortal.

Cuando los tres asistentes regresaban a Lima, sicarios armados los interceptaron. Huidobro recibió dos disparos en el rostro, mientras que Medelius fue ejecutado con seis impactos en el torso y la cabeza. Lourdes Fernández, administradora de la cantera, logró sobrevivir a pesar de resultar herida en el brazo y señaló que los atacantes intentaron asesinarla también.

Con un expediente plagado de denuncias por usurpación, estafa, extorsión y lavado de activos, Deza ha sido identificado como el principal sospechoso del crimen. En 2024, la Fiscalía pidió su detención por liderar la banda criminal ‘Todo Terreno’, dedicada al tráfico de tierras en Jicamarca, pero evitó la cárcel gracias a un fallo judicial.

Informes periodísticos revelan que Deza tenía interés en la cantera de Huidobro, pues planeaba convertirla en un complejo inmobiliario. Según fuentes policiales, Medelius y su socio habían recibido amenazas que les advertían abandonar el terreno o enfrentar las consecuencias.

En una entrevista con La República, Deza rechazó cualquier vínculo con las víctimas y calificó las acusaciones como una estratagema de sus rivales en Carabayllo. «Nunca he tenido contacto con Medelius ni Huidobro», aseguró. «Esto es una cortina de humo para perjudicarme antes de las elecciones».

Sin embargo, sus antecedentes cuentan otra historia. Su nombre aparece en varios expedientes judiciales relacionados con el tráfico de terrenos, y ha sido denunciado por delitos como usurpación agravada y falsedad genérica.

Otro personaje que ha llamado la atención de los investigadores es José Luis Aybar Cancho, exfujimorista con un pasado ligado al contrabando de fusiles AKM para las FARC. En 2020, según denuncias, intentó tomar ilegalmente la concesión minera Christopher junto a más de 100 personas. Hasta el momento, no ha sido localizado para dar su versión sobre el caso.

Óscar Medelius no era ajeno a la controversia. Como excongresista fujimorista, estuvo implicado en la falsificación de firmas para la inscripción del partido Vamos Vecino en el 2000, una operación orquestada por Vladimiro Montesinos para favorecer a Alberto Fujimori. Su extradición desde Estados Unidos en 2006 y condena a ocho años de prisión marcaron su caída en desgracia.

Además, su imagen quedó grabada en los infames ‘Vladivideos’, donde se le ve recibiendo dinero del exasesor presidencial. Tras su liberación, intentó rehacer su vida en el mundo de los negocios, pero su pasado lo alcanzó de la peor manera.

Las autoridades continúan indagando en el caso, pero todas las pistas conducen a un crimen de tipo mafioso. La frialdad con la que se ejecutó el doble homicidio y los antecedentes de los involucrados refuerzan la hipótesis de un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de terrenos.

Mientras tanto, Percin Deza sigue en libertad. La gran interrogante es: ¿Hasta cuándo podrá esquivar la acción de la justicia?


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