Profesionales de la salud de diversas especialidades se pronuncian sobre esta versión de grupos antivacunas
En las últimas semanas ha circulado en redes sociales la versión de que las vacunas contra la covid-19 causarían infertilidad en las mujeres y hombres que se la aplican ¿Tiene alguna relación la vacuna que ataca al virus con los órganos que cumplen una función reproductiva? ¿Es cierto que causan infertilidad?
Para el médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), Roger Araujo, se trata de un fake news. No es cierto que las vacunas contra el Sars-Cov-2 produzcan esterilidad. Lo que ocurre, explica a la agencia Andina, es que se ha hecho una confusión que ha trascendido a la comunidad internacional.
Esta equivocación se relaciona con las iniciales que los científicos utilizan para referirse, por un lado, a los anticuerpos que las vacunas generan para combatir la proteína Spike del coronavirus, conocida como proteína S y, por otro, a las proteínas humanas que también tienen la letra S como abreviatura para identificarlas.
“Las vacunas contra la covid-19 producen anticuerpos que se conocen como anticuerpos anti RBD que atacan a la proteína espiga (proteína Spike en inglés). Para referirse a esa proteína, muchos científicos han preferido usar las iniciales anti-S, anti RBD o anti S1. La letra S representa a la proteína espiga o Spike, que son esa especie de espículas que cubren al virus”, comenta.
El experto señala que muchos científicos ya no dicen “este es el anticuerpo anti la proteína Spike del coronavirus”, sino que han optado por resumir la frase «como anti S» o «las vacunas producen anticuerpos anti S”.
Recuerda también que las vacunas Moderna y Pfizer están diseñadas específicamente para generar anticuerpos contra la proteína espiga o Spike del coronavirus, conocidos como anticuerpos anti-espiga, anti-Spike, o anti-S.
Sincitina-1
Precisa que esas abreviaturas se confunden con la misma que tiene la proteína Sincitina-1, que se encuentra en la placenta y que ayuda a adherirse al útero. Ocasionalmente, algunas mujeres generan anticuerpos contra la Sincitina-1 y es una de las causas de infertilidad.
“A esos anticuerpos que se generan contra la placenta también se les conoce como anticuerpos anti-S. Pero no tienen absolutamente nada que ver con los anti-S de las vacunas contra la covid-19 porque son anticuerpos contra una proteína humana”, explica Araujo.
Los anti-S de las vacunas son anticuerpos contra una proteína del virus, pero como tienen nombres similares, los grupos antivacunas se están aprovechando de esa confusión, comenta.
Proteína humana
Para el ginecólogo del Hospital Dos de Mayo, Edwin Llajaruna, la información que circula en redes sociales sobre la posible infertilidad que causaría la vacuna contra la covid-19 es falsa y señala que, desde el inicio de la pandemia hasta hoy, no se ha reportado en el mundo una relación científicamente comprobada entre la vacuna y la infertilidad femenina o masculina.
En diálogo con Andina, recordó que el coronavirus ingresa al organismo humano gracias a un receptor que se denomina ECA2 (receptor de enzima convertidora de angiotensina II) que se ubica en el sistema respiratorio, vascular y gastrointestinal.
“Por eso es que las respuestas inflamatorias aparecen en esas zonas del cuerpo. El sistema reproductivo de las mujeres no tiene ese receptor ECA2, y si los tiene, es en muy poca concentración. Los efectos del coronavirus se manifiestan sobre todo en el sistema respiratorio y en la zona gastrointestinal”.
Además, la proteína Spike (S) del SarsCov2 se encuentra en la espícula o espiga que lo caracteriza. Esa proteína S no es la misma que produce el ser humano en el hígado. Esa proteína S depende de la vitamina K que es muy importante para la coagulación de la sangre, dijo el especialista.
“Cuando una persona no tiene esa proteína S puede padecer de trombofilias, es decir de hemorragias por defectos de coagulación. Entonces, no estamos hablando de la misma proteína S que está contenida en el coronavirus”.
Estudios en varones
Por su parte, el urólogo del Hospital Dos de Mayo, José Medina Holguín, sostiene que los estudios realizados en varones hasta el momento, no arrojan infertilidad como un efecto de la vacuna contra la covid-19.
Aunque los estudios se han llevado a cabo con pocos pacientes, el urólogo destaca una investigación hecha sobre los posibles efectos de las vacunas Pfizer y Moderna en el volumen del semen, la concentración del esperma y la movilidad de los espermatozoides.
“La vacunación no alteró esos tres parámetros, no se encontraron diferencias. Si bien es un estudio pequeño, nos ofrece una información que demuestra que la vacuna no produce infertilidad en los varones”.
Llajaruna refiere que a este estudio se han sumado dos más, también desarrollados con pocos varones. Uno de ellos con 79 que estaban inscritos en un programa de fertilización in vitro, es decir, eran donantes de semen.
En ellos se comprobó lo mismo: que después de recibir las vacunas el volumen de su semen no presentó cambios, ni tampoco la concentración de espermatozoides ni su movilidad.
“Hasta ahora no se demuestra que la vacuna contra la covid-19 altere a los espermatozoides, por lo tanto, no altera la fertilidad en los hombres”.
Además, agrega, en el aparato reproductivo de los varones no existe ninguna proteína S que se asemeje a la proteína Spike (S) del coronavirus.
Efectos de la covid-19
El urólogo advierte que una cosa es el varón infectado por la covid-19 y que la enfermedad afecte sus testículos, y otra cosa es que se inmunice con la vacuna y eso afecte sus testículos.
“Sí se ha determinado que la enfermedad por covid-19 puede alterar, en cierto grado, la función testicular. Eso está demostrado. Se han reportado que pacientes infectados por covid-19 tuvieron fragmentos del virus dentro del testículo”.
Ese estudio se hizo en Miami en la escuela reproductiva Miller School que determinó que la función sexual del varón había disminuido por la presencia de coronavirus en sus testículos.
“A seis hombres que fallecieron por covid-19 le hicieron una autopsia. A tres de ellos le encontraron que tenían el esperma alterado, y uno de ellos tenía el virus en el testículo. ¿Por qué?, porque el virus llega a diferentes partes del organismo como el pulmón, testículo, corazón, intestinos o riñones.
Lo que pasa, precisa Medina Holguín, es que el virus tiene una afinidad con la enzima ECA2 que se encuentra en los órganos antes descritos y se pega a ella. Por eso en algunas ocasiones puede afectar incluso los testículos, señala.
Una coincidencia entre la covid-19 y la papera, una enfermedad viral que puede afectar al testículo y ocasionar una orquitis, es decir una inflamación en un testículo o en los dos. En el 10% de los casos puede causar infertilidad.
“Son problemas que aparecen por la enfermedad, no por la vacuna. Los estudios que he comentado se hicieron con la vacuna Pfizer y Moderna”.
Vacunas y niños
Medina Holguín aclaró que, en el caso de los niños, la producción de espermatozoides empieza en la pubertad. A partir de los 12 años. Antes de ese momento no, por lo tanto, no hay células que puedan dañarse.
Sin embargo, si la enfermedad de la covid-19 se presentase durante el proceso de formación o maduración de los espermatozoides, éstos sí pueden alterarse, afirmó Medina Holguín.
Estudios que se hicieron a pacientes antes de la primera dosis de la vacuna y a los 70 días de la segunda, a fin de que termine el ciclo del espermatozoide, demostraron que no disminuyó la concentración de espermas, ni su volumen ni su movilidad.