¡Ya están aquí! Pepper y Furhat son los nombres de los robots que potenciarán el desarrollo tecnológico.
Por Camila Julón de Agencia Andina
Después de pasar meses en aduanas, los robots humanoides llegaron a su nuevo hogar: el laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Ingeniería. Descubre cómo Pepper y Furhat permitirán que los estudiantes de ingeniería de sistemas de la UNI puedan explorar la robótica social y robótica afectiva.
La función principal de los robots Pepper y Furhat es asistir a las personas en diversas tareas y relacionarse con ellos. Explorar la robótica social y la robótica afectiva es importante para lograr ambos objetivos. Este será el nuevo reto de los estudiantes de ingeniería de sistemas de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
La robótica social estaría más relacionada al lenguaje hablado. Por ejemplo, si se busca que los ancianos o niños se acostumbren a estos robots, y que incluso lleguen a formar algún tipo de afecto hacia estos, es necesario que el lenguaje de estos humanoides sea lo más natural posible.
Dr. Glen Rodríguez, investigador y líder del Laboratorio de Inteligencia Artificial (LabiAR), dijo a la Agencia Andina que, por ahora, el objetivo es ver y conocer cómo es que las personas reaccionan a estos robots. Si los aceptan como parte de su vida cotidiana. Pero antes de esto, se tiene que terminar la configuración de estos.
Descubre las características de los robots humanoides que se utilizan para investigación en al UNI:
Pepper
Se trata de un robot humanoide completo, de menos de 150 centímetros, que sería utilizado como guía de información, ya sea en un hotel o en la misma universidad. Llegó a LabiAR a fines de marzo y el equipo se encuentra trabajando en este robot desde esa fecha.
Actualmente, el robot cuenta con un guion, es decir, respuestas programadas para preguntas específicas, y no logra comprender aquellas que se alejan de este guión. El objetivo, sin embargo, es que este robot no necesite de un guion y que sea más parecido al modelo de lenguaje de inteligencia artificial de ChatGPT para que facilite la interacción natural con las personas.
Para esto el equipo está trabajando con un modelo de IA similar, llamado Llama 3, el cual está en proceso de ser instalado en la interfaz del robot, para así poder empezar a probar su funcionamiento lejos de las respuestas automatizadas.
Actualmente, Pepper cuenta con mucha información sobre temas relacionados a las ciencias y la Universidad de Ingeniería. Pepper suele reconocer palabras clave y asume que se está hablando del tema, o puede responder también a preguntas específicas para las que ya cuente con respuestas.
Además, a diferencia de Furhat, Pepper es un robot humanoide que se centra más en el movimiento de las manos y cuerpo, por lo que gesticula bastante al momento de responder las preguntas o hablar sobre la universidad.
Por otro lado, Pepper cuenta con un sensor en la parte superior de la cabeza, en el que, si lo tocas, procederá a reírse y mover su cuerpo como si le estuvieras haciendo cosquillas.
Este robot está más relacionado con un niño que con un adulto, lo cual se ve respaldado por su altura y su timbre de voz, la cual es aguda e incluso un poco dulce. Es por esto que se busca utilizarlo en las formas de aprendizaje de niños pequeños, pues podrán sentirse más relacionados a estas formas y, también, los robots cuentan con la paciencia necesaria para realizar esta tarea.
Rodríguez comenta que, en otros países, estos mismos robots son utilizados para el acompañamiento de adultos mayores. En especial aquellos que son, a veces, abandonados por sus otros familiares y ya no tienen con quien conversar. Para estos casos, estos robots humanoides entrarían en acción y mantendrían interacción con estas personas, lo cual ha sido comprobado como una acción que ralentiza el avance de enfermedades degenerativas.
A pesar de mover las manos al hablar, Pepper no las puede usar con el propósito de agarrar cosas.
Furhat
El segundo robot, llamado Furhat, es completamente diferente y, a la vez, muy similar. Furhat es solo una cabeza, no cuenta con cuerpo y, por ahora, solo puede entender y responder preguntas realizadas en inglés.
Este humanoide llegó al LabiAR hace tan solo un par de semanas, por lo que el equipo aún se encuentra trabajando para cambiar el lenguaje y llevar el mismo programa de Llama 3 a Furhat.
Esta cabeza cuenta con avanzadas expresiones faciales, y se le puede cambiar los rasgos de femenino a masculino o incluso el color de piel. Puede mostrarte también el rostro de un niño o de un adulto, sin embargo la voz sigue siendo la misma.
Por ahora este robot cuenta con amplio conocimiento en materias científicas, tales como la distancia del sol a la tierra, la distancia entre la tierra y el voyager, entre algunos planetas o hasta definiciones de amplios conceptos como electricidad, energía y otros.
Al igual que con Pepper, su uso estaría centrado más que nada en niños. Y es que un robot que solo produce gestos faciales puede ayudar a niños con TEA (trastorno del espectro autista) a identificar que significa cada uno de estos, para que así puedan desarrollar correctamente sus habilidades sociales. Recordemos que para los niños dentro del espectro autista, reconocer las señales sociales es difícil.
Según estudios y experimentos en diversos países, se ha demostrado que los niños dentro de este espectro se sienten más cómodos hablando con estos robots, lo cual se puede utilizar para construir una especie de puente y que, una vez se sientan seguros, puedan pasar a socializar con otras personas.
Con respecto a la nueva carrera de Ingeniería Artificial, Rodríguez espera que se reciba a los primeros ingresarán de la carrera en el primer ciclo del 2025. Si los trámites no están listos, a más tardar, ingresarán en el segundo ciclo del mismo año. Señala que es muy probable que a partir de los quintos o sextos ciclos, los estudiantes de esta carrera puedan manejar estos robots, pero, por cuestiones de espacio, es muy probable que también se mantengan solo para el uso de los tesistas.
El equipo del LabiAR trabaja en la programación de estos robots para empezar las pruebas. Este proceso se extenderá por uno o dos meses.