Las investigaciones en torno al asesinato de Andrea Vidal, exfuncionaria del Congreso, han dado un giro inesperado. Rodrigo Falcón, su expareja, ha sido señalado como el nuevo principal sospechoso luego de que se descubriera que Vidal tenía un chip de rastreo instalado en su celular, presuntamente sin su conocimiento.
Fuentes policiales revelaron que el dispositivo de rastreo fue colocado por Falcón en un teléfono que él mismo le había entregado a Vidal. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que Falcón monitoreaba cada movimiento de la víctima.
El día del crimen, se ha confirmado que Rodrigo Falcón realizó múltiples llamadas a los padres y amigas de Andrea, lo que ha despertado nuevas sospechas sobre su posible implicación en el caso.
El análisis del celular de Vidal ha arrojado más detalles comprometedores. Se encontraron conversaciones que indicarían que Falcón estaba al tanto de las relaciones personales de Andrea con otros hombres. Además, en su lista de contactos figuraban nombres vinculados a la agrupación política Alianza para el Progreso (APP), lo que abre nuevas líneas de investigación.
La División de Homicidios de la PNP se encuentra a la espera del informe sobre el levantamiento del secreto de las comunicaciones para verificar la información encontrada en el dispositivo móvil de la víctima. Las autoridades buscan determinar con precisión los movimientos de Andrea Vidal y el papel de Falcón en su fatídico desenlace.
Tras la trágica muerte de Vidal, salieron a la luz presuntas irregularidades dentro del Congreso. Se reveló la existencia de una supuesta red de prostitución liderada por el entonces jefe de la Oficina Legal y Constitucional, Jorge Luis Torres Saravia, una trama que sigue bajo investigación.
La búsqueda de justicia para Andrea Vidal continúa, y las nuevas pruebas podrían esclarecer finalmente los responsables de su asesinato.
