Las autoridades turcas buscan solventar la situación de los damnificados con viviendas provisionales
Unas 865.000 personas se encuentran actualmente en tiendas de campaña en el sur de Turquía, donde el terremoto del 6 de enero provocó el derrumbe de 139.000 edificios y la muerte de al menos 42.130 personas, dijeron hoy las autoridades.
De las 865.000 personas que viven actualmente en tiendas de campaña, otras 23.500 han recibido casas prefabricadas y 376.000 están alojadas en instalaciones del Ministerio de Educación o Deportes, explicó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El jefe de Estado señaló que las edificaciones destruidas ascienden a cerca de medio millón de viviendas u oficinas.
Dos nuevos sismos que azotaron ayer la provincia mediterránea de Hatay, que fueron los más dañados por la tectónica, subrayan la necesidad de construir más comercios para que nadie pueda refugiarse en sus casas sin derrumbarse, han advertido las autoridades locales. Las réplicas de ayer dejaron al menos seis muertos y 18 heridos graves, ya que los edificios sufrieron daños, pero sobrevivieron a la primera réplica y se derrumbaron.
Erdogan señaló que 2,5 millones de personas en la región reciben alimentos de la Media Luna Roja todos los días, y prometió renovar no solo los centros urbanos afectados sino también 70.000 viviendas en ciudades rurales en el plazo de un año. Hatay, con 14.000 casas en la aldea a reconstruir, y Kahramanmaras, con 12.000 casas, fueron las provincias más afectadas por las réplicas