Cristianos llegados del mundo entero se congregaron este martes en la iglesia de la Natividad de Belén, en territorio palestino, donde según la tradición cristiana nació Jesús, para dar inicio a las celebraciones de Navidad.
En un ambiente tranquilo y festivo, palestinos y extranjeros asistieron primero a un desfile de los boy scouts palestinos en la Plaza del Pesebre, ante la basílica en el centro de esta pequeña ciudad, situada en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de 50 años.
Provenientes de Italia, Estados Unidos, Tanzania y de muchos otros países, los fieles esperaron pacientemente para poder entrar a la iglesia para visitar la Gruta donde según la tradición nació Jesús. Ola, proveniente de Nigeria, se declaró feliz de estar en la ciudad santa en un día «tan especial».
Durante todo el día sonaron villancicos en árabe. Desfilaron los boy scouts palestinos, y a las 17H00 locales (15h00 GMT) se cerraron las puertas de la basílica.
Andrea, una chica portuguesa y dos amigas húngaras, miraban en el celular sus fotos tomadas en el interior. «¡Esperamos dos horas para solamente un minuto en el interior, es frustrante!», se lamentó Andrea.
A la gruta donde se cree que nació Jesús se accede mediante una angosta escalera, situada tras el altar de la iglesia.
Problemas y esperanzas
Ante el abeto de 15 metros de altura que domina la plaza, una veintena de neozelandeses cantaron con vigor y en coro villancicos, atrayendo varias miradas y sonrisas de curiosos y de otros peregrinos.
Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del patriarcado latino de Jerusalén, llegó al final de la mañana a Belén.
«Vemos muchos problemas económicos, una tasa de desempleo elevada y otros problemas (…), pero Navidad es para nosotros el momento en el que celebramos la esperanza», declaró Pizzaballa al entrar en la ciudad.
Este año, los fieles pudieron contemplar además una pequeña reliquia que acaba de retornar a Belén desde el Vaticano: un fragmento de lo que se cree fue el pesebre de Jesús que no estaba en Tierra Santa desde hacía más de 1.300 años.
«Es importante porque es una parte de la estructura de madera del pesebre original de Belén. Esta estructura de madera salió de Tierra Santa en torno al año 640″, según el Custodio de Tierra Santa, Francesco Patton.
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