La tarde de este martes 25 de febrero se registró un apagón nacional que afectó desde la región de Arica y Parinacota hasta Los Lagos, dejando sin servicio eléctrico a casi todo el país, generando caos de movilidad y afectando a más de 8 millones de hogares.
El servicio comenzó a restaurarse progresivamente en horas de la noche y parte de la madrugada de este martes 25 en un 90% incluida la capital Santiago, reseña la prensa chilena.
“A las 00H00 horas de este miércoles 26 de febrero, se ha recuperado el equivalente al 90% del consumo” de las viviendas, informó el Coordinador Eléctrico Nacional en un comunicado enviado a la prensa.
En pleno verano austral, el 95% de los 20 millones de chilenos sufrieron la tarde de este martes la inusual interrupción del servicio que sumió al país en el caos y el desconcierto.
La emergencia obligó al gobierno a decretar un toque de queda desde las 22:00, hora local, hasta las 6:00 entre la región de Arica y Parinacota (norte) y la región de Los Lagos (sur).
En un mensaje a la nación, el presidente Gabriel Boric dijo que decidió activar “el estado de emergencia por catástrofe”, para garantizar la seguridad en el norte y sur de Chile.
Esa vasta zona se quedó sin suministro de energía desde las 15:16.
En Santiago, el corte obligó a la evacuación del metro. Miles de personas, para regresar a sus hogares, tuvieron que caminar por horas en medio de unos 30 grados de temperatura.
Los “comercios estaban cerrando cuando estaba volviendo en bicicleta desde mi oficina, especialmente los restaurantes. En el banco donde trabajo se tuvieron que parar todas las operaciones”, relató Jonathan Macalupú, de 25 años.
Las clases para unos 300.000 escolares también fueron suspendidas.
El Gobierno de Chile anunció este miércoles el fin del estado de excepción que permitió imponer el toque de queda, decretado en respuesta al masivo apagón que afectó el martes al país.
«El estado de excepción por catástrofe se levanta a partir de este momento» (a las 08H25 locales, 11H25 GMT), declaró la ministra chilena del interior, Carolina Tohá.
La alta funcionaria dijo que «también quedan sin efecto las decisiones (…) respecto al toque de queda», por lo que «hoy debiéramos tener un día normal».
Shock y festival suspendido
El pánico se propagó durante el apagón. Un fotógrafo de la AFP captó cuando una anciana, en shock, con la mano en la boca conteniendo el llanto, quedó atrapada en un ascensor de Santiago mientras un bombero se aprestaba a rescatarla.
También la prensa chilena difundió videos de redes sociales con personas apresadas en atracciones de altura en parques de diversiones.
La circulación en Santiago se vio seriamente afectada tras el desalojo del metro, que transporta a diario alrededor de 2,3 millones de usuarios.
“Nos dejaron salir en el trabajo por el corte de luz, pero ahora no sé cómo irnos a casa porque todas las micros (buses) pasan llenas”, aseguró María Angélica Román, de 45 años y trabajadora de una oficina de cobranzas.
Con las horas, las comunicaciones por celular y la conexión a Internet se hicieron más difíciles. El corte de luz no sólo alteró la rutina de la capital de siete millones de habitantes.
El Festival Internacional de Viña del Mar debió cancelar el espectáculo de este martes que incluía las presentaciones de los colombianos Morat y Sebastián Yatra.
“Los shows de esta noche deberán ser reprogramados para el sábado 1 de marzo de 2025”, señaló la organización en un comunicado.
Igualmente, en Valparaíso, una ciudad a 120 km de Santiago, testigos reportaron el cierre de comercios y caos en el tráfico de vehículos.
“Hay carabineros manejando el tránsito porque hay mucho taco (congestión) en calles que suelen ser poco concurridas. Todos los locales comerciales están cerrando”, relató Anadriel Hernández, una estudiante de 20 años, en una conversación telefónica con la AFP.
“Indignante”
Se trata del peor apagón registrado en Chile desde 2010, cuando gran parte de la población estuvo sin servicio también por una caída de la red de electricidad en la región del Biobío (sur).
El gobierno desestimó rápidamente la posibilidad de un ataque contra la red de suministro de energía.
“No hay ninguna razón para suponer que detrás de esto hay un ataque. Sería una falla propia del funcionamiento del sistema”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, en una conferencia de prensa.
Los hospitales y cárceles pudieron seguir operando con generadores de emergencia.