El presidente Jair Bolsonaro lanzó el jueves el nuevo partido político Alianza por Brasil (APB), bajo la bandera de la lucha contra la corrupción y la promoción de valores cristianos, en una apuesta que podría fragmentar su base de apoyo.
La decisión de abandonar la PSL es muy arriesgada para el excapitán de Ejército, quien aprovechó el apoyo que recibió para ganar las presidenciales del año pasado. La formalización del partido podría tomar meses y ya se acercan los plazos para los comicios de 2020.
La relación de Bolsonaro con la PSL se quebró en los últimos meses porque ellos buscaban controlar sus fondos de campaña. El partido era casi desconocido en Brasil hasta 2018, cuando se convirtió en la segunda fuerza en el Congreso luego de que Bolsonaro lo usó para lanzar su campaña.
La APB anunció el jueves que Bolsonaro sería su presidente y que su hijo mayor, el senador Flavio Bolsonaro, será su primer vicepresidente. El partido necesita reunir unas 500.000 firmas antes de fines de abril para poder registrarse en las elecciones municipales de octubre de 2020.
Bolsonaro busca movilizar a sus seguidores en redes sociales para que firmen la petición, pero bajo las actuales leyes electorales de Brasil, las firmas deben ser reunidas físicamente en papel.
El presidente dijo el jueves a periodistas que si el Tribunal Superior Electoral (TSE) no permite las firmas digitales, la APB no participará en la campaña del próximo año porque no habrá suficiente tiempo para reunir las firmas, verificarlas y registrar al partido.
Bolsonaro dijo que espera que la mayoría de los 53 diputados y tres senadores del PSL lo sigan a la APB.
(Reuters)