El estado empieza a sufrir escasez de agentes tras la aprobación hace años de una legislación que permite poner en libertad a delincuentes que no hayan cometido delitos violentos
Numerosos agentes de policía están abandonando California y buscando trabajo en otros estados de EE.UU., sobre todo en Texas, debido a la elevada delincuencia, la peligrosidad del servicio y la «blanda» política estatal hacia los criminales, reporta Daily Mail.
De acuerdo con el medio, cientos de policías consideran que su trabajo en California se ha vuelto «inútil», tras la aprobación hace años de una legislación que convierte a las prisiones del estado en «puertas giratorias» y permite poner en libertad a delincuentes que no hayan cometido delitos violentos.
Gina Miller, exayudante del sheriff del condado de San Bernardino, cree que la nueva política generó una anarquía dentro de California, dejando a los policías inseguros y con la sensación de que «todo lo que hacían carecía de sentido«. Como ejemplo, citó el caso de un delincuente que fue liberado el mismo día de su arresto tras apuntar a la cabeza a su esposa con una pistola cargada.
Los principales destinos de los policías que se marchan son los estados de Texas, Montana y Arizona, que mantienen duras políticas de lucha contra la delincuencia. Desde 2019, unos 5.000 oficiales abandonaron California, según el medio. En este contexto, la jefa de Policía de Sacramento, Kathy Lester, afirmó el año pasado que su departamento enfrentaba una falta de personal, al igual que otras ciudades californianas. Así, el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles sufre un déficit de agentes del 20 %, mientras que el de San Diego perdió en 2022 a más de 230.
La escasez de policías podría repercutir negativamente en la seguridad de los residentes del estado, que ya sufre un aumento de la delincuencia. La «grave» crisis de personal «empieza a dar miedo», declaró esta semana el sheriff del condado de Merced, Vern Warnke. Por su parte, Evan Leona, exdetective de California que se trasladó a Texas para trabajar allí, afirma que, para frenar la fuga de agentes, las autoridades tendrían que cambiar la legislación, algo que, según él, «no va ocurrir». Además, los jefes policiales destacan que cada vez es más difícil retener o contratar oficiales por la falta de ayuda del estado.