La Cámara de Representantes aprobó a finales de mayo pasado el proyecto, cuya puesta en marcha estará precedida por una transición de tres años
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmó este lunes la ley ‘No más olé’, con la que se prohíben definitivamente las corridas de toros en ese país suramericano.
«Lo decía siendo alcalde, esa cultura, entre comillas, nos llevaría necesariamente y por coherencia a que si nos divertimos matando al animal, entonces nos divertiremos matando a los seres humanos, que somos también animales», señaló Petro.
La presidencia de Colombia informó a través de la red social X que el evento de promulgación de la norma, efectuado en la Plaza Cultural de La Santamaría, antigua plaza de toros de Bogotá, fue realizado también «para celebrar la vida».
El despacho presidencial destacó en una nota de prensa que la iniciativa «da cumplimiento» a uno de los objetivos que planteó Petro en la campaña, como es el impulsar «la prohibición de todo tipo de espectáculos que involucren prácticas de maltrato animal, incluidas las corridas de toros».
Esmeralda Hernández, senadora del Pacto Histórico y autora de la normativa, resaltó — según cita la Presidencia de Colombia— que la ley permite superar «el símbolo de la tortura» y «el símbolo de la dominación de los seres humanos sobre los otros animales».
«La tauromaquia lo que representaba era justamente eso: validar, legitimar, legalizar un espectáculo público de tortura y extremo sufrimiento animal, simplemente para la diversión de unos pocos», expresó Hernández, quien además recordó que la aplicación de la ley implicará un proceso de transición de tres años, por lo que «la prohibición no va a ser de un día para otro».
El mandatario comentó en ese momento que las personas que «se divierten con la muerte de animales terminarán divirtiéndose con la muerte de seres humanos», al igual que «los que queman libros terminarán quemando seres humanos».
La normativa no sólo prohíbe las corridas de toros, sino también las novilladas, el rejoneo, las becerradas y las tientas, así como otras actividades relacionadas a la tauromaquia. La votación en el Parlamento se resolvió con 93 votos positivos y solo dos en rechazo.