Nicolás Maduro anunció que las celebraciones navideñas en el país comenzarán oficialmente el 1 de octubre, en medio de un contexto de creciente tensión diplomática con Estados Unidos debido al despliegue de fuerzas militares estadounidenses en el Caribe.
Durante su programa semanal «Con Maduro +», transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), el dictador informó que firmará un decreto que adelanta estas festividades, medida que según explicó busca impulsar la esperanza y el optimismo entre la población.
“Vamos a aplicar la fórmula de otros años, que nos ha ido muy bien, para la economía, para la cultura, para la alegría, la felicidad, y vamos a decretar que desde el 1 de octubre arranca la Navidad en Venezuela otra vez, este año también”, expresó.
El anuncio de Maduro se enmarca en una estrategia política repetida desde su llegada al poder en 2013. Decreta el «adelanto» de la Navidad tras eventos de impacto político o social. El 2 de septiembre del año pasado, después de las presidenciales del 28 de julio, el adelanto se dio mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE), dominado por rectores partidarios del oficialismo, proclamaba la victoria de Maduro entre denuncias de fraude de la oposición mayoritaria, situación que derivó en una nueva crisis política nacional.
La decisión de iniciar las celebraciones navideñas desde octubre ocurre en un escenario donde Venezuela permanece bajo presión internacional y enfrenta persistentes desafíos económicos y sociales. Organismos de derechos humanos y sectores opositores han cuestionado las prioridades del gobierno, mientras el Ejecutivo insiste en promover la festividad como un recurso para mantener la cohesión y el ánimo social.
