Las autoridades francesas presentaron el miércoles cargos preliminares contra el director general de Telegram, Pavel Durov, por permitir supuestas actividades delictivas en su aplicación de mensajería, y le prohibieron salir de Francia en espera de una mayor investigación.
Tanto los defensores de la libertad de expresión como los gobiernos autoritarios han salido en defensa de Durov desde su arresto el fin de semana. El caso también ha llamado la atención sobre los desafíos que supone controlar la actividad ilegal en Internet y sobre la biografía inusual del propio Durov, nacido en Rusia, y sus múltiples pasaportes.
Durov fue detenido el sábado en el aeropuerto de Le Bourget, en las afueras de París, como parte de una amplia investigación abierta a principios de este año , y liberado el miércoles después de cuatro días de interrogatorio. Los jueces de instrucción presentaron cargos preliminares el miércoles por la noche y le ordenaron pagar una fianza de 5 millones de euros y presentarse en una comisaría de policía dos veces por semana, según un comunicado de la fiscalía de París.
Las acusaciones contra Durov, que también es ciudadano francés, incluyen que su plataforma se está utilizando para material de abuso sexual infantil y tráfico de drogas, y que Telegram se negó a compartir información o documentos con los investigadores cuando lo exige la ley.