Esta sorpresa en la segunda vuelta anticipa una Asamblea Nacional enormemente dividida y sin mayorías claras.
La izquierda protagonizó este domingo un gran vuelco electoral al quedar en cabeza de las elecciones legislativas de Francia, por delante del bloque del presidente Emmanuel Macron, lo que relegó la derecha de Marine Le Pen al tercer lugar.
Esta sorpresa en la segunda vuelta anticipa una Asamblea Nacional enormemente dividida y sin mayorías claras.
Con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular (NFP) de socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI) quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según datos oficiales del Ministerio del Interior.
El bloque macronista, integrado por tres partidos, perdió su mayoría al quedarse en 168 diputados, con una caída importante respecto a los 250 que tenía, pero mucho menos pronunciada de lo que vaticinaba la primera vuelta.
El tercer puesto fue para la derechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños.
A pesar de esta decepción, el RN logra un resultado histórico, muy por encima de los 89 diputados de 2022, que ya supusieron un salto excepcional desde los 8 que tenían en 2017.
El conservador Los Republicanos (LR) se mantiene, a pesar de algunas deserciones hacia el RN, y logra 45 diputados, a los que podría añadir otros 15 independientes de derechas.
Con una participación muy alta, en torno al 67 %, muchos franceses parecen haberse movilizado para frenar la llegada al poder de la derecha tras su triunfo en la primera vuelta del 30 de junio.