La universidad de Hong Kong, situada en el centro de Kowloon, continúa ocupada por manifestantes.
El último jueves, menos de 100 de ellos permanecían encerrados mientras la policía antidisturbios rodeaba el campus amontonado de basura, con escombros y restos de bombas molotov.
Varios manifestantes indicaron que no buscan una ruta de escape ya que son inocentes. Michelle, una estudiante de 20 años, mencionó que no busca rendirse dado que eso es para la gente culpable.
Hasta el momento, el campus universitario, se ha convertido en el testigo de la violencia más intensa que se ha vivido desde las manifestaciones antigubernamentales hace más de cinco meses.