Luego de que la Universidad Politécnica de Hong Kong se convirtiera en mediados de noviembre en un campo de batalla, con cócteles molotov, gases lacrimógenos y cañones de agua, las autoridades académicas decidieron comenzar la limpieza del campus.
Sin embargo, ningún manifestante fue encontrado dentro del lugar. En ese sentido, la vicepresidenta ejecutiva de la universidad, Miranda Lou, mencionó que espera poder reabrir la universidad pronto para comenzar con las obras de renovación y reducir el impacto de sus estudiantes junto a sus proyectos de investigación.
Hasta el momento, se sabe que en total unas 1.100 personas fueron arrestadas la semana pasada, mientras algunas de ellas intentaron escapar.