Feministas israelíes recopilan pruebas de la violencia selectiva y asesina contra las mujeres y los «crímenes contra la humanidad» de Hamás
Son imágenes y descripciones del centro del terror. Y son realmente insoportables. Incluso durante el 7 de octubre, día en que el grupo terrorista Hamás atacó 20 localidades del sur de Israel, se pudo percibir la violencia dirigida especialmente contra las mujeres. En las redes sociales vimos fotos de mujeres que habían sido llevadas contra su voluntad a la Franja de Gaza, algunas de ellas apenas vestidas, con miembros retorcidos, heridas y sangrando.
A esto siguieron informes de violaciones y mutilaciones deliberadas de genitales. Y los terroristas a menudo realizaban los actos delante de niños. Un grupo de expertas israelíes se propuso recopilar pruebas de estos crímenes, videos y declaraciones de testigos.
Representantes de este grupo presentaron su trabajo en una conferencia de prensa en el Comité Judío Americano de Berlín. Entre ellas estaba Mirit Ben Mayor: «Estoy acostumbrada a buscar y ver pruebas de delitos penales», dice la exfiscal y actual inspectora jefa de la policía israelí. Pero a pesar de su experiencia, ella también está conmocionada: «Investigar estas atrocidades es diferente. Es algo que nunca habíamos visto en Israel».
El 7 de octubre, terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel en un ataque sorpresa cuidadosamente planeado desde la Franja de Gaza. Cientos resultaron heridos o fueron tomados como rehenes. Se cree que más de 130 personas siguen cautivas en la Franja de Gaza. Poco después del día de terror barbárico, Cochav Elkayam Levy fundó la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».
«Destruyendo el futuro»
Según la abogada, este comité, que afirma ser independiente del gobierno, se propone documentar lo ocurrido, con pruebas detalladas sobre la planificación de ataques contra mujeres y niños, así como contra los cuerpos de las mujeres. Ellas ven en esos ataques también un intento de destruir el futuro. Elkayam Levy afirma que esos delitos son sin duda «crímenes contra la humanidad». La violencia sexual se utilizó deliberadamente como arma.
La policía Mirit Ben Mayor considera importante otro aspecto de las atrocidades: para algunos de los israelíes de los asentamientos situados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, los palestinos de allí eran «buenos amigos» que trabajaban para ellos, a los que llevaban en sus autos y para los que también organizaban la asistencia médica. Probablemente, el terror del 7 de octubre también había sido preparado por esas personas que solían atravesar la frontera: los terroristas de Hamás «sabían exactamente cuál era su trabajo, en qué casas tenían que entrar».
Escenas de horror
En la conferencia de prensa en Berlín, las mujeres también muestran breves extractos de entrevistas. Se puede ver y oír a una superviviente describiendo la violación de una mujer por varios terroristas de Hamás. El último había matado a la mujer de un tiro en la cabeza cuando aún estaba en el acto, y luego le habían cortado los pechos.
O al asistente del servicio de rescate israelí Zaka, que denuncia haber encontrado cadáveres de mujeres cruelmente mutiladas en sus partes íntimas. O al presunto terrorista que, bajo el interrogatorio de un israelí (irreconocible), admite que les habían ordenado violar a mujeres antes del atentado.
Mientras tanto, los medios de comunicación estadounidenses también citaron transcripciones de interrogatorios. De acuerdo con éstos, los terroristas habían aprendido previamente a ordenar en hebreo a sus víctimas femeninas que se quitaran los pantalones.
Hamás ha negado que sus combatientes hayan cometido actos de violencia sexual contra las mujeres.