El Papa Francisco ha reiniciado este miércoles su fisioterapia respiratoria, utilizando oxigenoterapia de alto flujo sin necesidad de ventilación mecánica no invasiva, según han confirmado fuentes del Vaticano. Su estado de salud ha permanecido «estable» en las últimas horas, luego de haber experimentado dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el lunes.
A los 88 años y cumpliendo su vigésimo día en el hospital Gemelli de Roma, el pontífice continúa con su tratamiento respiratorio. Se le ha retirado la máscara de ventilación mecánica que usaba por la noche para optar por cánulas nasales que le proporcionan oxigenación de alto flujo.
Tras los episodios críticos del lunes, Francisco había tenido que recurrir nuevamente a la ventilación mecánica no invasiva, aunque esta fue suspendida durante el día de ayer. Las fuentes vaticanas también afirmaron que el Papa puede consumir «alimentos sólidos» y reiteraron que su condición es «estable», aunque sigue en un contexto «complejo» con un pronóstico reservado.
Un comunicado matutino del Vaticano indicaba que «el Papa ha dormido bien durante la noche y se despertó poco después de las 8:00» (07:00 GMT). Se espera que más información sobre su estado se publique en el parte médico diario alrededor de las 19:00 horas (18:00 GMT).
En el boletín más reciente, la Santa Sede destacó que las condiciones clínicas del Papa se habían mantenido «estables» este martes, sin nuevos episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo. Además, no presentó fiebre y estuvo «consciente, colaborando con las terapias».
Durante el martes, Francisco alternó momentos de oración y descanso. En días anteriores, se había informado que había trabajado en la firma de documentos y nombramientos, y también recibió la Eucaristía.
El Papa está hospitalizado desde el 14 de febrero debido a una bronquitis con infección polimicrobiana, que se complicó con una neumonía bilateral. Los episodios agudos del lunes fueron provocados por una significativa acumulación de mucosidad en los bronquios, lo que generó espasmos; por ello, se le realizaron dos broncoscopias para aspirar esas secreciones. Estos episodios se suman a otros dos sufridos durante su hospitalización: uno asmático el 22 de febrero y otro por broncoespasmo el 29.