Trump compara la administración de Biden con la Gestapo y la Casa Blanca responde
“Lo último que quisiera hacer es enviarlo a prisión, pero al final del día tengo un trabajo que hacer, y parte de ese trabajo es proteger la dignidad del sistema judicial”, ha dicho esta mañana el juez Juan Merchán a Donald Trump, en la apertura de la tercera semana del primer juicio penal a un expresidente en Nueva York. Lo alertaba de las consecuencias que podría enfrentar si sigue haciendo comentarios públicos sobre el juicio a pesar de la orden de silencio impuesta en el caso Stormy Daniels, que el expresidente se ha saltado por décima vez, lo que ha incrementado su multa a pagar hasta los 10.000 dólares (1.000 por cada violación de la orden de mordaza).
Los repetidos ataques del magnate a los miembros del jurado, a los testigos, al fiscal Alvin Bragg y al juez Merchán en sus comparecencias públicas suponen “un ataque directo al Estado de derecho”, ha asegurado, contundente, el magistrado. Si continúa con esta actitud, “esta corte deberá considerar sancionarle con ir a prisión”, le ha alertado.
La décima sanción se debe a un comentario contra su exabogado, Michael Cohen, quien financió en 2016 el pago de 130.000 dólares a la actriz porno para comprar su silencio, y que tiene previsto testificar en los próximos días. La fiscalía pedía al juez que considerase otros tres comentarios, que han sido desestimados.
Trump deberá pagar 10.000 dólares por saltarse en diez ocasiones su orden de mordaza
El magistrado ha destacado su incomodidad con lo que implicaría sancionar a Trump con ir a prisión si sigue violando la orden de mordaza. “Usted es el expresidente de Estados Unidos y posiblemente también el próximo presidente”, ha señalado, “dar ese paso perturbaría el proceso judicial”. Merchán ha explicado que encarcelar a Trump requeriría la participación de varias fuerzas del orden, como el Servicio Secreto y el departamento penitenciario de Nueva York.
El exmandatario también enfrenta otra orden de silencio en el caso de Washington, en el que está acusado de tratar de revertir los resultados de las elecciones del 2020, aunque no ha sido multado en ninguna ocasión en ese caso, cuyo juicio todavía sigue sin fecha definida de inicio. Además de estos dos casos, está imputado en Florida por haberse llevado y retenido documentos clasificados al abandonar la Casa Blanca, y en Georgia, por intentar manipular el recuento de los votos en ese estado en 2020.
La décima sanción se debe a un comentario contra su exabogado, Michael Cohen, quien financió en 2016 el pago de 130.000 dólares a la actriz porno para comprar su silencio, y que tiene previsto testificar en los próximos días. La fiscalía pedía al juez que considerase otros tres comentarios, que han sido desestimados.
Trump deberá pagar 10.000 dólares por saltarse en diez ocasiones su orden de mordaza
El magistrado ha destacado su incomodidad con lo que implicaría sancionar a Trump con ir a prisión si sigue violando la orden de mordaza. “Usted es el expresidente de Estados Unidos y posiblemente también el próximo presidente”, ha señalado, “dar ese paso perturbaría el proceso judicial”. Merchán ha explicado que encarcelar a Trump requeriría la participación de varias fuerzas del orden, como el Servicio Secreto y el departamento penitenciario de Nueva York.
El exmandatario también enfrenta otra orden de silencio en el caso de Washington, en el que está acusado de tratar de revertir los resultados de las elecciones del 2020, aunque no ha sido multado en ninguna ocasión en ese caso, cuyo juicio todavía sigue sin fecha definida de inicio. Además de estos dos casos, está imputado en Florida por haberse llevado y retenido documentos clasificados al abandonar la Casa Blanca, y en Georgia, por intentar manipular el recuento de los votos en ese estado en 2020.
“Esta gente está liderando una administración al estilo Gestapo”
En un discurso en Palm Beach (Florida), Trump escaló ayer su retórica contra lo que él considera una “caza de brujas” promovida por el presidente Joe Biden. Contretamente, comparó su administración con la “Gestapo”: “es lo único que pueden hacer. Y es la única forma en que van a ganar, en su opinión, pero en realidad los está matando”, aseguró.
Sus palabras recibieron el mismo domingo la reprimenda de la Casa Blanca: “En lugar de hacerse eco de la espantosa retórica de los fascistas, almorzar con neonazis y avivar teorías conspirativas desacreditadas que han costado la vida a valientes agentes de policía, el presidente Biden está uniendo al pueblo estadounidense en torno a nuestros valores democráticos compartidos y el Estado de derecho, un enfoque que ha logrado la mayor reducción de la delincuencia violenta en 50 años”, dijo el subsecretario de prensa Andrew Bates en un comunicado.