El Gobierno de Estados Unidos anunció este viernes (21.03.2025) sanciones contra la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) y el exministro de Planificación Federal Julio de Vido por su «participación en importantes actos de corrupción durante su mandato público», y les prohibió entrar en el país, informó el jefe de la diplomacia del país norteamericano, Marco Rubio.
Por medio de un comunicado, el secretario de estado acusa a Fernández, la gran rival del presidente argentino, el ultraliberal Javier Milei, y al exministro de Planificación Julio Miguel De Vido de «participación en corrupción significativa durante su tiempo en el cargo público». Como consecuencia, ellos y sus «familiares» más cercanos tendrán prohibido entrar en territorio estadounidense, precisa.
Ambos «abusaron de sus posiciones al orquestar y beneficiarse financieramente de múltiples esquemas de soborno relacionados con contratos de obras públicas, resultando en millones de dólares robados al gobierno argentino», sostiene Rubio, quien agrega que Fernández y De Vido socavaron «la confianza del pueblo argentino y de los inversores en el futuro» del país sudamericano.
Lucha contra la «corrupción global»
El jefe de la diplomacia estadounidense recordó que «múltiples tribunales» han condenado a ambos por corrupción. «Estados Unidos seguirá promoviendo la rendición de cuentas de quienes abusan del poder público para beneficio propio. Estas sanciones reafirman nuestro compromiso de combatir la corrupción global, incluso en las más altas esferas del gobierno», concluyó Rubio.
En noviembre del año pasado, la Cámara Federal de Casación Penal argentina confirmó la condena a seis años de prisión e «inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos» contra Fernández en una causa conocida como ‘Vialidad’, en la que se investigaron irregularidades en la concesión de 51 obras viales a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato y el de Néstor Kirchner (2003-2007).
La sentencia original contra la exmandataria, dictada en diciembre de 2022, marcó la primera condena penal en su contra y generó un fuerte impacto político, aunque la dirigente peronista no ha estado detenida debido a que el fallo no es firme.