La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció que no renovará el Estatus de Protección Temporal (TPS) otorgado por la Administración del expresidente Joe Biden, que vence el próximo 10 de septiembre.
El TPS había beneficiado a aproximadamente 600.000 venezolanos entre 2021 y 2023, brindándoles permiso de trabajo y protección frente a la deportación. Con la decisión de Noem, unos 250.000 venezolanos quedan al borde de perder esa protección.
Matthew Tragesser, portavoz del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), señaló que la medida responde al «papel de Venezuela en la migración irregular» y al «efecto imán» que, según él, genera el TPS. “Mantener o ampliar este estatus socava los esfuerzos de la Administración Trump para asegurar la frontera sur y gestionar la migración de manera eficaz”, agregó.
Noem sostuvo que las condiciones en Venezuela ya no cumplen con los requisitos legales para mantener el TPS y que prolongarlo iría en contra del interés nacional.
La decisión se produce tras la reciente ratificación del Tribunal del Noveno Circuito de Apelaciones de un fallo federal que declaraba ilegal la finalización del TPS para cerca de 600.000 venezolanos, incluidos los beneficiarios de 2021 y de la extensión de 2023. Actualmente, continúa un litigio que busca proteger a ambos grupos frente a la cancelación de este estatus migratorio.