Este martes marca el noveno día de bloqueos protagonizados por sectores afines a Evo Morales en Bolivia. Según el último informe de la Administradora Boliviana de Carreteras, en las primeras horas de la mañana se registraron veinte piquetes, principalmente en Cochabamba, con algunos puntos en Oruro y Santa Cruz, lo que ha interrumpido el tránsito entre el oriente y occidente del país.
Los bloqueos han afectado gravemente a diversos sectores, que exigen al Gobierno una solución inmediata. El lunes, organizaciones productivas y gremiales de Cochabamba salieron a las calles, demandando el levantamiento de los piquetes en un plazo de 48 horas, alertando que la persistencia de la medida podría desencadenar un desabastecimiento de alimentos.
Uno de los sectores más perjudicados es el avícola, que reporta pérdidas diarias cercanas a los tres millones de bolivianos (alrededor de 430 mil dólares). La Asociación Departamental de Avicultores de Cochabamba informó que la escasez de maíz y soya para alimentar a los pollos está comenzando a mermar la producción, lo que ha paralizado los envíos a La Paz, provocando fluctuaciones en el precio del pollo y otros productos.
El problema del combustible también ha agravado la situación. Pese a la llegada de cisternas, la escasez persiste en La Paz y otras ciudades del país, generando largas filas en las estaciones de servicio y obligando a imponer un horario laboral continuo hasta el jueves para reducir el tránsito vehicular. El sector agropecuario, por su parte, se declaró en emergencia. José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, advirtió que la campaña de verano está en peligro debido a la falta de diésel. «Sin combustible no podemos mover maquinaria ni concluir la siembra», expresó.
Mientras tanto, el transporte público en La Paz ha anunciado un paro debido a la escasez de combustible y la falta de ajustes en las tarifas. Solo la mitad de la flota en Cochabamba sigue operativa debido a la falta de diésel, agravando aún más la crisis.
El Gobierno, por su parte, ha atribuido el desabastecimiento a dos factores: un bloqueo en el norte de Chile que obstaculizó temporalmente la llegada de camiones cisterna y las movilizaciones del evismo que, desde el 14 de octubre, tienen paralizado el eje central del país. Sin embargo, no ha habido un pronunciamiento oficial del presidente Luis Arce ni de sus principales colaboradores sobre el conflicto, lo que ha generado críticas por parte de algunos sectores.
La crisis tiene su origen en la posible aprehensión de Evo Morales, investigado por un caso de trata de personas y estupro. Las organizaciones afines al exmandatario han presentado una serie de demandas que incluyen la resolución de la escasez de dólares y combustible, y cuestiones políticas como la validación del congreso del MAS, que ratificó a Morales como líder del partido y lo proclamó candidato para las elecciones de 2025.
Hasta el momento, no ha habido avances en el diálogo con el Gobierno, a pesar de que algunos líderes del MAS, incluso un diputado afín a Morales, han exigido el adelanto de las elecciones o la renuncia del presidente Arce. Frente a la inacción del Ejecutivo, la tensión social sigue en aumento, y el país se enfrenta a una creciente incertidumbre.