El presidente boliviano Evo Morales, es el líder actual con mayor duración en el poder en América Latina, se encuentra en uno de los retos más difícil desde que asumió la presidencia en 2006.
Hoy, la Organización de los Estados Americanos (OEA) , dijo que las elecciones tendrían que ser anuladas debido a serias irregularidades y manipulaciones y que debería tener lugar una nueva votación.
Morales llegó al poder como el primer líder indígena de Bolivia. Ha guiado al país sin un crecimiento económico estable, con relativa estabilidad política.
Las dudas surgieron cuando un rápido escrutinio oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se detuvo abruptamente la noche después de la votación, con casi el 84% del recuento completo. En ese momento, Morales y el contrincante Carlos Mesa se dirigían a una segunda vuelta.
Morales aceptó realizar unos nuevos comicios y reemplazar a los miembros del criticado tribunal electoral, aunque no ha dado un cronograma específico para hacerlo.
Su rival, Mesa, dijo que Morales no debería ser candidato en la nueva votación.
Los partidarios de la oposición están presionando para que la fecha sea lo más pronto posible – potencialmente a mediados de diciembre – para evitar que pase de la fecha del 22 de enero, momento en que el actual mandato de Morales llegue a su fin.
Morales dijo el domingo que las nuevas elecciones deberían involucrar a “nuevos actores políticos”, pero no se explayó sobre si volvería a ser candidato.