«Yo no quiero reelegirme», pero «no niego esa posibilidad en un futuro porque el poder constituyente tiene que expresarse», argumentó el mandatario izquierdista.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que no descarta buscar «en un futuro» la reelección, pese a que la ley lo impide, mediante a un cambio a la Constitución que promueve desde hace semanas en medio de críticas de sus antecesores.
El mandatario izquierdista ha insistido recientemente en convocar a una asamblea nacional constituyente valiéndose del acuerdo de paz entre el Estado y la guerrilla de las FARC de 2016, una propuesta fuertemente reprobada por el Nobel de Paz Juan Manuel Santos y otros expresidentes.
«Yo no quiero reelegirme (…) pero no niego esa posibilidad en un futuro porque el poder constituyente tiene que expresarse», dijo Petro durante un acto en la presidencial Casa de Nariño.
En el poder desde agosto de 2022, Petro asegura que el Estado ha incumplido varios puntos del acuerdo de paz con las FARC negociado en La Habana, por lo que propone hacerle ajustes convocando a una asamblea nacional constituyente.
La oposición reclama que en realidad lo hace para incluir un artículo que permita la reelección, eliminada por el Congreso en 2015, y extender su mandato más allá de 2026.
El expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018), quien firmó la paz con la otrora guerrilla más poderosa de América, asegura que Petro hace una interpretación errónea del acuerdo y le sugirió que si desea cambiar la Carta Magna debe hacerlo en el marco de las leyes actuales.
El lunes el influyente exmandatario envió una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, manifestándole que en «ninguna parte» de pacto está escrito «que se puedan desconocer» las «regla establecidas en la Constitución vigente».
Otros expresidentes como Álvaro Uribe (2002-2010) e Iván Duque (2018-2022) aseguran que las propuestas de Petro son un riesgo para la democracia.
El fin de semana Petro aseguró en una entrevista con el portal Cambio que Santos y Uribe están «orquestando» un «golpe de Estado» en su contra.
En campaña, Petro prometió que no iba a cambiar la Constitución de 1991, pero fue cambiando el discurso tras de ser elegido presidente.