El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que su país está en la capacidad de solucionar la profunda crisis de violencia en la que está sumergida Haití.
El Salvador había anunciado la intención de ayudar a otros países que sufren a manos de las estructuras criminales, poniendo a su disposición la experiencia en su lucha contra la violencia pandillera. A finales de enero, la Vicepresidencia informó de la instalación de una «oficina de cooperación» en Haití para «reducir los altos índices de criminalidad».
En su esfuerzo por lograrlo, las pandillas han llevado a cabo simultáneos y coordinados ataques a múltiples edificios gubernamentales, entre ellos el Palacio Nacional, el Ministerio del Interior y varias Unidades de la Policía Nacional. Sus incesantes acciones tienen a Puerto Príncipe paralizada y sumida en una crisis humanitaria, con todas las operaciones de sus puertos suspendidas y el aeropuerto internacional cerrado.