El primer caza producido en Brasil, el F-39 Gripen, es fabricado por la sueca SAAB en colaboración con Embraer y está previsto que realice su vuelo inaugural en 2025. El ensamblaje del avión se está llevando a cabo en la ciudad de Gaviao Peixoto, y estas aeronaves se usarán para vigilar la Amazonia y otras partes del territorio brasileño.
En este contexto, el economista y especialista en la industria aeroespacial y de defensa de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) Marcos José Barbieri Ferreira explica a Sputnik que el avión F-39 es la designación utilizada por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), pero técnicamente es un JAS 39 Gripen NG o E/F. En sus palabras, el modelo se basa en el diseño de un avión anterior, la versión C/D.
«Tiene algunas similitudes con el anterior, pero es una aeronave nueva, con estructuras, planta motriz, tren de aterrizaje y aviónica diferentes. Es un avión de combate multifuncional, para superioridad aérea, combate aire-aire, ataque a tierra, ataque naval, reconocimiento aéreo e interceptación, dependiendo del equipamiento y armamento que incluya», explica.
Ferreira destaca la importancia de la transferencia de tecnología en el proyecto entre las empresas sueca y brasileña. «La asociación entre SAAB y Embraer se estableció después de que el avión fuera seleccionado por la FAB. Uno de los requisitos fundamentales en el proyecto de adquisición era que hubiera un proceso de transferencia de tecnología, de absorción tecnológica por parte de las empresas brasileñas, especialmente Embraer», aclara.
«Cuando el caza fue seleccionado, aún estaba en la fase final de desarrollo e integración de sistemas, lo que permitió a Embraer y a otras empresas participar en esta etapa final, recibiendo y desarrollando la tecnología conjuntamente», agrega el experto.
El especialista también apunta a las expectativas sobre la línea de producción brasileña, ya que la aeronave podría ser un paso importante para la industria de Brasil en el segmento, incluso liderando el mercado latinoamericano.
El objetivo inicial de la FAB era adquirir tres lotes de 36 cazas, con un total de 108 unidades. Según Ferreira, dadas las restricciones presupuestarias, «el tercer lote es prácticamente inviable, pero un segundo lote es esencial».
«La línea de producción podría satisfacer la demanda de América Latina, con Colombia como posible cliente», destaca.
Además del Gripen, la FAB cuenta con el F-5M Tiger, el A-1 AMX y el A-29 Super Tucano. Preguntado sobre si sería posible desarrollar una máquina de combate de nueva generación desarrollada solo por Brasil, Ferreira explica que «en este momento, no tendría sentido, porque Brasil está incorporando el Gripen, haciendo un gran esfuerzo para ello».
«Pensar en un nuevo avión es una preocupación para dentro de unas décadas. Desarrollar un avión de combate es muy caro, e incluso países con capacidad tecnológica y recursos financieros los desarrollan juntos. En el futuro, si Brasil desarrolla un nuevo avión, probablemente será en asociación con otros Estados».
El profesor comenta que «Gripen fue seleccionado por cumplir todos los requisitos de la FAB para un avión de combate y de superioridad aérea». De este modo, califica el modelo de «multifuncional», cumpliendo las «funciones de vigilancia, superioridad aérea, interceptación, ataque naval y apoyo a las fuerzas terrestres en cualquier zona de Brasil».
* Tomado de Sputnik