Los legisladores bolivianos se reunirán para tratar de acordar una transición hacia las nuevas elecciones y calmar la violencia que atraviesan que ha producido la muerte de 30 personas desde el 20 de octubre.
Las dos cámaras del Congreso debatirán la anulación de la votación del 20 de octubre y la fecha para una nueva elección, luego de que el líder indigenista Evo Morales presentara este mes su renuncia bajo presión de las Fuerzas Armadas.
Morales renunció el 10 de noviembre presionado por manifestantes, grupos civiles, fuerzas de seguridad y aliados, así como por una auditoría internacional que encontró serias irregularidades en el recuento de los comicios y puso en duda la proclamada victoria del funcionario.
Desde entonces, un Gobierno interino de la exsenadora Jeanine Añez ha luchado para apaciguar la violencia extrema, pero avivó algunas divisiones con abruptos cambios respecto de las políticas de Morales, el primer presidente indígena del país.
En un comunicado, Añez dijo que el miércoles se presentaría un proyecto de ley para convocar a nuevas elecciones “como todo el país lo está demandando” y que sería a través de medios legales y constitucionales, salvo que los legisladores lo bloqueen.
“Hemos elaborado un proyecto base de ley. Probablemente pueda ser corregido, consensuado, enriquecido por todos los sectores que están involucrados en la lógica de pacificar el país y de elegir a nuestros gobernantes”, afirmó Añez. “Que elecciones va a haber en el país, sí, nosotros lo garantizamos”, añadió.
Desde México, Morales acusó al Gobierno interino de usar una fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos. Mostró un video de bolivianos muertos con rostros ensangrentados, diciendo que habían sido baleados por soldados.
Morales ha expresado su deseo de regresar para terminar su mandato, hasta el 22 de enero, pero dijo que le comentaron que Estados Unidos no quería que retornara a Bolivia.
(Reuters)