Las medidas de Washington podrían tener un impacto en medio millón de cónyuges de ciudadanos estadounidenses y en 50.000 niños no ciudadanos.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció este martes dos nuevas acciones ejecutivas que permitirán obtener la residencia permanente legal a miles de ciudadanos extranjeros que viven desde al menos hace una década en el país, de forma que puedan contribuir formalmente a la economía estadounidense.
La primera de esas iniciativas permitirá a las personas casadas con ciudadanos estadounidenses acogerse al recurso conocido como ‘Parole in Place’, que protege a los inmigrantes frente a la deportación y les permite obtener permisos de trabajo si han vivido en EE.UU. durante al menos 10 años. Por esta vía, indocumentados podrían solicitar la residencia y, eventualmente, la ciudadanía.
«Esta acción protegerá a aproximadamente medio millón de cónyuges de ciudadanos estadounidenses y, aproximadamente, a 50.000 niños no ciudadanos menores de 21 años cuyos padres están casados con un ciudadano estadounidense», explicó la Casa Blanca en un despacho de prensa que detalla las acciones de Biden «para mantener unidas a las familias».
egún la oficina de Biden, las personas que pueden acogerse a este proceso «han residido en EE.UU. durante 23 años» de promedio. Además, indica que quienes resulten seleccionados tendrán tres años para solicitar la residencia permanente, tiempo durante el cual podrán estar legalmente con sus familias y «ser elegibles para una autorización de trabajo de hasta tres años».
«Estas acciones promoverán la unidad familiar y fortalecerán nuestra economía, brindando un beneficio significativo al país y ayudando a los ciudadanos estadounidenses y a sus familiares no ciudadanos a permanecer juntos», añade la Casa Blanca.
Las nuevas medidas de Biden contrastan con las que promulgó a primeros de junio, cuando decidió suspender las solicitudes de asilo para los inmigrantes que crucen ilegalmente de México hacia la frontera sur de EE.UU., medida que fue comparada con que activó el expresidente Donald Trump, porque facilita a los agentes de servicios de inmigración «la rápida expulsión» de personas «que no tengan base legal para permanecer en EE.UU.»
Visa para graduados universitarios en EE.UU.
La segunda acción busca «facilitar el proceso de visa» para inmigrantes graduados universitarios en EE.UU., incluidos los llamados ‘dreamers’ (‘soñadores’, migrantes no autorizados que llegan a EE.UU. siendo menores de edad).
Esta medida se fundamentará en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) para que los extranjeros graduados en instituciones de EE.UU. puedan tener la posibilidad de obtener más rápidamente visas de no inmigrantes basadas en empleo.
Para optar a ello, los solicitantes deben haberse graduado en una institución de educación superior acreditada en EE.UU. y tener una oferta de trabajo altamente calificado de un empleador estadounidense en su campo de estudio.
La política DACA, explicó la Casa Blanca, ha permitido que los jóvenes migrantes llevados a EE.UU. cuando eran niños, «salieran de las sombras» y contribuyeran al país «de manera significativa«.
Ahora, añade el despacho de Biden, «los beneficiarios de DACA, que comenzaron como estudiantes de secundaria y universitarios, […] están construyendo carreras exitosas y formando sus propias familias».
Por ello, la Administración Biden reconoce que es de «interés nacional garantizar que las personas educadas en EE.UU. puedan utilizar sus habilidades y educación» en beneficio de ese país.