El enigmático artista callejero británico Banksy volvió a captar la atención mundial al plasmar una nueva obra en una de las paredes exteriores del edificio Queen’s Building, parte de los Reales Tribunales de Justicia en Londres.
El mural, que se viralizó rápidamente en redes sociales, muestra a un juez vestido con toga y peluca golpeando con un mazo a un manifestante tendido en el suelo, quien sostiene una pancarta manchada de sangre.
La obra, confirmada por el propio Banksy a través de su cuenta oficial de Instagram, ha sido interpretada como una crítica a la represión judicial, especialmente tras la detención de casi 900 personas el pasado sábado en una protesta en apoyo a Palestine Action, organización declarada terrorista por el gobierno británico en julio de 2025. Aunque el mural no hace referencia explícita a este evento, su aparición en un contexto de tensiones por la libertad de expresión ha generado un intenso debate.
Horas después de su descubrimiento, las autoridades cubrieron la pintura con paneles negros de plástico y vallas metálicas, bajo la vigilancia constante de dos guardias de seguridad. Un portavoz del Servicio de Tribunales de Su Majestad señaló que, dado que el edificio es un monumento protegido de Grado II, están obligados a preservar su carácter original, por lo que el mural será retirado.
La Policía Metropolitana, por su parte, informó que investiga el caso como un posible daño criminal.
Esta intervención marca el regreso de Banksy a Londres tras su última obra en Marsella, Francia, el 30 de mayo, y su serie de nueve murales de temática animal en la capital británica en agosto de 2024.
Fiel a su estilo, el artista continúa utilizando su arte para cuestionar el poder, la guerra y las injusticias sociales, consolidando su legado como una voz provocadora en el panorama artístico global.