Según el Ministerio de Producción ecuatoriano, se proyecta que el acuerdo genere un aumento de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares en exportaciones no petroleras hacia el gigante asiático.
A partir de este miércoles 1 de mayo entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre Ecuador y China el 10 de mayo de 2023, durante la Administración de Guillermo Lasso.
Su entrada en vigor se da luego de que el acuerdo fuera aprobado el pasado 7 de febrero por la Asamblea Nacional de Ecuador y ratificado una semana después por el actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa.
Desde el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca celebraron la entrada en vigencia del mecanismo. «Los productos ecuatorianos se posicionarán en el gigante asiático», escribieron en su cuenta en X.
Con su aprobación y ratificación, Ecuador se convirtió en el quinto país de Latinoamérica en tener un TLC con China, después de Chile, Costa Rica, Perú y Nicaragua.
Eliminación de aranceles
Según información proporcionada por el Ministerio de Producción de Ecuador, se proyecta que este acuerdo genere «miles de nuevas plazas de empleo» y «un aumento de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares en exportaciones no petroleras ecuatorianas hacia China, en los próximos años».
«La entrada en vigencia de este instrumento comercial abrirá múltiples beneficios para nuestras exportaciones. El acceso preferencial a un mercado de 1.400 millones de consumidores con alto poder adquisitivo, así como la eliminación inmediata y gradual de aranceles», señala la cartera de Estado.
Detalla que se eliminarán de manera gradual los aranceles para el 99,6 % de las exportaciones ecuatorianas, en un plazo máximo de 10 años. Algunos de los productos tendrán cero arancel de manera inmediata.
«Varios productos ecuatorianos pasarían a pagar 0 % de arancel al ingresar a China, como la pitahaya, que actualmente grava un arancel del 20 %, cacao en polvo 15 %, atún y preparados 5 %, sombreros de paja toquilla 8 %, entre otros. En la misma línea, existen grandes oportunidades para alimentos como la piña, guaba, papaya, aguacate, arándanos, mango, quinua, estevia, palmito, espárragos, brócoli, carnes congeladas, pimienta, guayusa, yogur, mantequilla, quesos y más», detalló el Ministerio de Producción.
Del otro lado, más de 4.600 tipos de productos importados desde China ingresarán a Ecuador sin pagar aranceles porque tendrán una desgravación arancelaria inmediata. Otros artículos del país asiático tendrán desgravaciones arancelarias a mediano y largo plazo, con el objetivo de proteger a la industria ecuatoriana.
El Ministerio de Producción detalla que, por ejemplo, entrarán con arancel cero de inmediato a Ecuador, provenientes de China, motos eléctricas (que estaban gravadas con 30 %), cámaras digitales, discos duros, lámparas led, accesorios de computadoras, parlantes y cajas registradoras.
También ingresarán con arancel cero inmediatamente insumos médicos, vacunas, fertilizantes, montacargas, tractores, semillas, palas mecánicas, sierras, torta de soya, impresoras industriales y máquinas de coser.
De acuerdo con el Ministerio de Producción de Ecuador, en la negociación se aseguraron de proteger a la producción local, por lo que se excluyeron de la reducción arancelaria a 828 productos provenientes de China, como textiles, confecciones, calzado escolar, metalmecánica, arroz, azúcar y leche, entre otros.
En contra
Previamente, varias organizaciones se pronunciaron en contra del TLC. Desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) dijeron en enero pasado que este acuerdo comercial «representa una amenaza para la soberanía nacional, la producción local, el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas y campesinos».
«El TLC solo beneficia a las empresas transnacionales chinas, a los grandes grupos económicos y a la agroindustria exportadora, a costa de la explotación de nuestros recursos naturales: petróleo, minería y energía», añadieron.
Además, mencionaron que el convenio «empobrece y arrastra a las economías populares y campesinas, que no cuentan con apoyo técnico ni económico por parte del Estado», así como a la pequeña y mediana industria, «que no podrá competir con el gigante asiático».
La Conaie reclamó entonces que las negociaciones del TLC no contaron con la participación de la sociedad civil, organizaciones ni pueblos indígenas, y que el tratado tampoco fue sometido a un proceso de consulta previa.
La aprobación de este acuerdo también fue rechazada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que agrupa a otras organizaciones como la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL), la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT), la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación Ecuatoriana de Trabajadores Municipales y Provinciales (FETMYP) y la Federación Nacional de Obreros de los Gobiernos Provinciales del Ecuador (Fenogopre).