El exdirector de Políticas Públicas de la Casa Blanca durante el gobierno de Donald Trump, se encuentra desde el lunes en la Convención Republicana que se desarrolla en la ciudad de Milwaukee y cuestionó la violencia política tras el intento de asesinato del expresidente norteamericano. Aseguró que todas las encuestas adelantan a Trump respecto a su contendor, el actual presidente Joe Biden, que busca la reelección en los comicios electorales del 5 de noviembre.
—¿Cómo están asimilando en la Convención Republicana esta situación tan complicada con el intento de asesinato al expresidente Donald Trump?
—Estoy en la Convención Republicana y la gente está muy feliz. Aquí hay una tremenda energía. El lunes se anunció a J.D. Vance, como su compañero de boleta en la vicepresidencia y la noticia fue muy bien recibida. El presidente Trump hizo una aparición, se presentó en el lugar donde se realiza la convención Republicana, y el lugar casi se cae por los aplausos y los gritos y la emoción.
—Hay un entorno entusiasta entonces.
—Así es. Hay una gran energía en la Convención Republicana. Y yo me imagino que Donald Trump irá varias veces, hará su aparición varias veces, antes de dar su discurso este jueves. Hay una gran energía y una gran emoción por nominarlo oficialmente como candidato para la presidencia de Estados Unidos este jueves.
—Hay quienes dicen que Donald Trump usará como arma política, proselitista, la victimización. ¿Qué tiene que decir?
—La única arma que se utilizó fue el arma contra él. Aquí no hay ninguna estrategia política. Donald Trump reaccionó con gran fuerza a ese atentado. El hombre se salvó por milímetros, fue un verdadero milagro, y hoy hablamos de un atentado y no de un asesinato, por la gracia de Dios. No es el atentado sino la manera cómo él respondió al atentado, con fuerza y con determinación.
—Eso se apreció en las imágenes que dieron la vuelta al mundo…
—Y esa foto ya se convirtió en icónica, cuando levanta el puño y le pide a la gente que luche. Esa foto, esa imagen, creo que va a definir esta campaña. Obviamente nadie quiere que suceda algo así, y no debería suceder algo así en ningún país, y mucho menos en un país como Estados Unidos. No se ve un atentado así a un candidato o a un presidente desde hace más de 40 años, entonces no estamos acostumbrados a ver este tipo de eventos, pero afortunadamente, gracias a Dios, Donald Trump se salvó, está bien y está con un humor excepcional. Y aquí, en Milwaukee, la convención Republicana está a full.
—Algunos sondeos, algunas encuestas ponen arriba, por encima de Trump, al presidente Biden, ¿Qué estrategia están llevando a cabo para salir adelante?
—Todas las encuestas que he visto llevan a Donald Trump en la delantera. Absolutamente todas. Y no solo a nivel nacional que, no es la manera como se elige al presidente de Estados Unidos, sino en cada uno de los estados que van a ser clave para la elección por medio del colegio electoral. Las encuestas que veo, todas, sin excepción, lo tienen arriba, pero en algunos casos por un margen mínimo, en algunos casos por un margen bastante amplio. Te repito, no es lo importante la encuesta nacional, en la que está también arriba, sino la que es a nivel estatal.
—Que lecciones se pueden sacar de este intento de magnicidio de hace varios días?
—Que la democracia es frágil. Y te voy a decir, quizá sea algo controversial, y a mí no me sorprende, y lo dijo el candidato a vicepresidente, J.D. Vance, qué podemos pretender que suceda cuando ya por tres años y medio los Demócratas y los medios de prensa vienen diciendo que este hombre (Donald Trump) es una amenaza a la democracia y lo han comparado con lo peor de lo peor y han dicho que el país no puede elegir a esta amenaza.
—¿Y cuál es el riesgo de señalar eso?
—Cuando se dice eso sucede que hay locos que quieren tomar la justicia por sus propias manos y quieren eliminarlo. A este hombre, a Donald Trump, lo han tratado de eliminar, de asesinar moralmente, criticándole por todo lo que te puedas imaginar, después lo han tratado de asesinar judicialmente con cuatro juicios criminales, una cantidad de juicios civiles para inhabilitarlo y no pudieron. Y ahora lo quisieron hacer físicamente.
—¿Cuál es la visión política de todo esto?
—La lectura que le doy es que hagan lo que hagan, él va para adelante. Y es difícil entender la manera en que Trump despierta estas pasiones. Para los que están fuera del país, yo lo entiendo, pero el apoyo que tiene es no solo dentro del Partido Republicano sino de muchos independientes, que quizá no les gusta el estilo, pero que sí están de acuerdo con sus políticas y están hartos de lo que está pasando en este país.
—¿A qué se refiere?
—A un gobierno que no da resultados, con una frontera que está prácticamente abierta, con una inflación que, si bien ha bajado, la gente no la siente porque cuando va al supermercado, cuando va a poner gasolina ve que todo sigue siendo más caro. Los precios aumentan menos que antes, pero al final siguen aumentando. Entonces ven un mundo en crisis, con la guerra en Ucrania, con la guerra en Medio Oriente y lo que tienen que entender es que el apoyo que tiene el presidente Donald Trump es verdadero, no es de gratis, dado el resultado que tuvo en sus primeros cuatro años de gobierno.
—Qué llamado haría a los ciudadanos estadounidenses en este contexto de violencia política, exhibida en este tramo de campaña?
—El llamado es que, en un sistema democrático como el norteamericano, se vale criticar las políticas públicas de un candidato, eso se vale. Hasta se vale criticar al candidato. Lo que no se vale es utilizar la violencia para tratar de eliminar a ese candidato para tratar de salirte con la tuya. Entonces, criticar las políticas públicas, criticar al candidato vale, lo que no se vale es utilizar la violencia. Ya es hora de entender que estas diferencias son normales, lo que no es normal es usar la violencia para resolver los problemas que se pueden resolver con las palabras y no con las balas.