Cuando el desfile fue cancelado después de 24 años, el acontecimiento había perdido una gran popularidad
La casa de lencería Victoria’s Secret anunció este miércoles que el próximo otoño volverá a celebrar su famoso «desfile de ángeles», que suspendió en 2018 tras una menguante audiencia y críticas sobre el canon de belleza que promovía.
«El show de Victoria’s Secret está de regreso y reflejará lo que somos ahora, más todo lo que conocen y aman: el glamur, la pasarela, las alas, el acompañamiento musical, ¡y más! Sigan conectados», dijo la empresa en una publicación en su cuenta de Instagram.
Candice Swanepoel, la modelo sudafricana convertida en rostro -y cuerpo- de la marca, destaca un mensaje: «Hemos leído y oído sus comentarios», dando a entender que las alternativas propuestas a los famosos desfiles no han convencido a sus seguidores.
Cuando el desfile fue cancelado después de 24 años, el acontecimiento había perdido una gran popularidad: en 2018 tuvo una audiencia de solo 3,3 millones de espectadores, muy por debajo de los más de los 12 millones que tuvo en su momento dorado, en 2001.
La llegada de nuevos tiempos con el #MeToo (movimiento surgido en redes sociales para denunciar casos de acoso y abuso sexual), el cuestionamiento de la extrema delgadez de las maniquíes, la reivindicación de una mujer menos «perfecta» en sus proporciones o su piel… todo parecía conspirar en contra de ese desfile de «ángeles» donde se ofrecía la imagen de una criatura alada y aparentemente inalcanzable para la mujer real.
En los últimos años, la empresa ha intentado dar un giro a la marca cambiando las «ángeles» por activistas, como la futbolista y activista de la comunidad LGTB Megan Rapinoe; la actriz y empresaria Priyanka Chopra Jonas o la primera modelo trans que desfiló para la firma, Valentina Sampaio.
A finales de 2023, la firma escenificó su retorno a la pasarela en un documental, «The Tour 23», y celebró un evento que unió a modelos icónicas, como Adriana Lima, y a nuevas generaciones como Paloma Elsesser, de talla grande; Quannah Chasinghorse, indígena; y Winnie Harlow, que padece vitiligo.
Victoria’s Secret también fue sometida a escrutinio por las denuncias por acoso sexual y represalias en el entorno de trabajo y por la larga amistad entre el dueño de la empresa, el millonario Les Wexner, que ya no es ejecutivo, con Jeffrey Epstein.
Queda por ver qué cambios ha incorporado ahora la marca, que además de lencería tiene ahora un modelo de negocio más diversificado donde cabe la ropa deportiva, los perfumes y la cosmética en general.