Ángela Álvarez, la cantante cubana que se convirtió en un ícono al ganar un Latin Grammy a los 95 años, falleció rodeada de su familia a los 97 años. La noticia fue confirmada por su nieto, el productor y compositor Carlos José Álvarez, a la revista Billboard. Aunque la familia no reveló la causa del deceso, destacó que su vida estuvo llena de logros y amor.
“Me siento afortunado de haber compartido a nuestra abuela con el mundo”, expresó Carlos José. “Ella fue un regalo para mí. Lo que logramos juntos es un recordatorio del poder del arte para sanar y de la importancia de los sueños. Su valentía y amor seguirán inspirando a todos”, agregó, recordando cómo trabajar con ella transformó su vida.
Carlos José impulsó la carrera de su abuela tras descubrir más de cuarenta composiciones en sus cuadernos. Juntos grabaron un álbum independiente en Los Ángeles, lo que marcó el inicio de un viaje que incluyó un documental, presentaciones en vivo, y finalmente, su histórica nominación y victoria en los Latin Grammy como Mejor Artista Nuevo en 2022.
Nacida en Camagüey, Cuba, en 1927, Ángela Álvarez demostró desde pequeña su talento musical, aprendiendo a cantar y tocar el piano gracias a sus tías. En reuniones familiares, solía ser la estrella, interpretando canciones con vestidos hechos a mano. Su amor por el bolero y los danzones quedó plasmado en su único álbum, con temas como Qué linda es Cuba, Mi gran amor y Camino sin rumbo, inspirados en su esposo y su tierra natal, Cuba.
“Cuando estás enamorado, el bolero fluye”, dijo Ángela en una entrevista, destacando que su don para componer era algo que siempre le asombró.
Su nieto recordó una de sus frases más queridas: “Quiero dejar este mundo sabiendo que mi música seguirá viva”. Hoy, su legado brilla más que nunca, consolidando a Ángela Álvarez como una inspiración para generaciones presentes y futuras.