Los seguidores de Instarándula captaron el momento exacto cuando Ana Paula Consorte disfrutaba de su nueva vida en Trujllo.
Ana Paula Consorte, la pareja de Paolo Guerrero, fue captada por los seguidores de Instarándula disfrutando de su vida en Trujillo, sin la presencia del futbolista. Parece que la modelo brasileña está adaptándose plenamente a su nueva residencia en Perú.
Después de los rumores y supuestos conflictos surgidos por su mudanza al país, Ana Paula Consorte parece haber dejado atrás todas las tensiones y está viviendo plenamente su día a día en Trujillo. Incluso, fue captada mostrando una gran sonrisa mientras realizaba algunas compras.
La bailarina y modelo brasileña se encuentra actualmente en Trujillo junto a su hija mayor y los hijos que tiene con Paolo Guerrero, quien sigue jugando con el Club de la Universidad César Vallejo. La vida cotidiana de Ana Paula en la ciudad peruana está siendo seguida de cerca por los seguidores del espectáculo.
Ana Paula Consorte fue vista paseando por un conocido centro comercial de Trujillo en compañía de su hija mayor y uno de los hijos recién nacidos de Paolo Guerrero. A pesar de la atención de los espectadores, se mostró encantada con el recibimiento que tuvo por parte de los trujillanos, quienes la trataron con admiración y respeto.
En las imágenes, se la puede ver examinando cuidadosamente cochecitos para bebés, lo que sugiere que estaba buscando productos para sus hijos más pequeños.
¿Matrimonio confirmado?
La posible boda de Paolo Guerrero y Ana Paula Consorte ha sido tema de especulación desde su llegada a Perú. Aunque la pareja no ha confirmado oficialmente la noticia, un gesto del futbolista durante un encuentro con la prensa ha dado que hablar.
Durante un encuentro con un reportero de Amor y Fuego, Paolo Guerrero mostró un gesto significativo al tomar un rosario que tenía en su auto y hacer el signo de la cruz. Si bien esto podría interpretarse como una confirmación del matrimonio religioso, la pareja luego rompió en risas, dejando la situación en incertidumbre. ¿Será un indicio del tan esperado enlace matrimonial? La incógnita persiste.