Rogelio Nores, amigo argentino de Liam Payne y quien está imputado en el caso por abandonar a la fallecida estrella del pop, negó que lo haya dejado solo el día de su muerte, al tiempo que expresó su tristeza por el fallecimiento.
En declaraciones a MailOnline, dijo que es mentira que la policía haya allanado su casa en su natal Buenos Aires.
Una descripción de las autoridades señala que a Nores, que acompañó al músico en los días previos a su muerte, lo acusaron de “abandono de persona seguido de muerte”.
Asimismo, se le señala ser partícipe en el suministro de drogas. De ser culpable, enfrentaría una pena de hasta 15 años de cárcel.
No obstante, ha salido al paso y se ha defendido por las críticas sobre la muerte de Payne.
“Nunca abandoné a Liam, fui a su hotel 3 veces ese día y me fui 40 minutos antes de que esto sucediera. Había más de 15 personas en el vestíbulo del hotel charlando y bromeando con él cuando me fui”, añadió.
En ese sentido, precisó que nunca se habría imaginado que algo así iba a ocurrir.
“Di mi declaración ante el fiscal el 17 de octubre como testigo y no he hablado con ningún oficial de policía o fiscal desde entonces. Yo no era el mánager de Liam, solo era mi amigo muy querido”, apuntó.
Luego, Nores precisó estar “realmente desconsolado con esta tragedia, y he estado extrañando a mi amigo todos los días”.
¿Qué dice la Fiscalía?
El pasado jueves, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional de Argentina imputó a tres personas por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes, por el caso de Liam Payne.
En un comunicado, la Fiscalía detalló que se descubrieron “conductas ilícitas” de estas personas, entre los que figura Nores. Los acusados son el acompañante “cotidiano” del artista durante su estadía en Buenos Aires, por presuntamente suministrar y facilitar estupefacientes; el segundo es un empleado del hotel por haberle entregado “cocaína”; y el tercero es un “proveedor de estupefacientes” implicado en la entrega de drogas en otras dos ocasiones. Se prevé penas de entre 5 a 15 años de prisión para cada uno.
“A raíz de las evidencias recopiladas y tras analizar los varios cuerpos de actuaciones y numerosos anexos documentales y los antecedentes del caso, el fiscal Madrea imputó formalmente a tres personas, solicitando su indagatoria y detención en un dictamen de 180 páginas presentado el viernes pasado ante la jueza Bruniard”, se lee en el texto compartido.
Las investigaciones arrojan al menos cuatro suministros de estupefacientes de terceros y otras “facilitaciones de consumos adictivos”, por parte de su entorno directo entre el 13 y 16 de octubre.
Además, la Fiscalía solicitó nueve allanamientos en domicilios de la capital y en otras provincias de Buenos Aires, así como la instauración del “secreto de sumario” para proteger sus resultados y la integridad de la investigación.
Aún está en curso el desbloqueo de la computadora personal de la víctima, la cual está averiada, y otros aparatos incautados por los funcionarios.