Economía

Minería: Estamos entrando en un ciclo alcista de precios y es bueno para el país

José de la Borda, director ejecutivo de Compañía Minera Druk, conversó con Altavoz.pe y consideró que este es un momento propicio para la salida de nuevos proyectos mineros. Sobre el trabajo del ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, dijo que es una de las personas más competentes que están en esa posición de liderazgo.

Hay una escalada en el precio de los principales metales que el Perú produce y exporta. ¿Qué explica este incremento en los precios?

La industria automotriz, dentro de la transición energética es una condición clave. El cambio de la matriz, que va más allá de los autos, está impulsando al alza el precio del cobre, a precios muy interesantes.

¿Cuánto está el precio del cobre, del oro, y los metales que el Perú produce?

El precio del oro es el que ha despegado muchísimo en las últimas semanas, y desde varios meses. La onza ha llegado alrededor de y 2.250 y 2.300 dólares. Y el cobre ha estado fluctuando en unos valores que son atractivos para la inversión, porque también en el precio de los metales hay ciclos a la baja y al alza. El precio del cobre por libra está en US$ 4,21 aproximadamente, y estamos entrando en un ciclo alcista. Esto es muy importante para el país, para el desarrollo de las nuevas unidades mineras.

¿Cuál es la perspectiva de los precios? ¿Cómo se van a mantener a futuro?

El oro es un commodity, como metal precioso es un refugio en épocas de crisis e incertidumbre y que se mantiene vigente por la guerra en Ucrania. Hay una serie de factores en el mundo que hacen que el oro sea demandado. El oro nunca va perder su valor de refugio.  Ante la incertidumbre de no saber a dónde se va, con un escenario político y económico muy complicado, el oro va ser muy cotizado. Espero que el oro mantenga niveles altos de precio. Seguro que vamos a ver nuevos pisos al alza, pero no veo al oro retrocediendo por debajo de US$ 1.500 o US$ 1,800 la onza. Y lo mismo en la plata, que tiende a seguir al oro en alguna medida. Con respecto al cobre, por todos los cambios que implica la transición energética, lo veo muy fuerte y al alza, porque la tecnología de las baterías pueden cambiar, pero la conducción de la electricidad lo veo bien difícil, y todo se hace con cobre.

—¿Y en el caso de los otros metales?

El Perú es un gran productor de zinc a nivel mundial, y aunque el zinc no ha tenido la misma performance del cobre, es decir, donde antiguamente la relación del precio del cobre respecto al zinc era de 2 a 1 hoy en día el cobre es cuatro veces más caro que el zinc. Nuestro país es un gran productor y aunque el mundo demanda más cobre que zinc, no hay muchísimas minas de zinc en el mundo, por lo que el zinc sí tiene muy buenas expectativas para el mediano y largo plazo.

Es interesante esta escalada en los precios del cobre, el oro y los otros metales. ¿Qué alienta este ciclo alcista en la producción y la inversión minera en el país?

Principalmente, que se ponga manos a la obra en los nuevos proyectos mineros, porque existen yacimientos que pueden ser muy grandes, y con inversiones también millonarias, pero cuando se entra en un ciclo a la baja de precios es muy difícil invertir, pero en situaciones de ciclos alcistas, como el de ahora, se alienta mucho a los inversionistas.

—¿Y solo es el precio o qué otros factores más impulsan esta decisión?

No todo es el precio, hay otras condiciones que deben sopesarse también, como el riesgo político, los conflictos sociales, entre otros.

Por un lado, los precios incentivan inversión; sin embargo, como usted lo dice, el riesgo político, los conflictos sociales, de alguna manera desincentivan. ¿Cómo cree que los inversionistas sopesarían esto en esta coyuntura?

Ya hay un ánimo para sacar adelante los proyectos teniendo en consideración los precios, que es la primera parte de la ecuación, luego viene la parte del análisis de riesgo, y el ruido político y todo eso que siempre ha habido, por momentos más, por momentos menos, pero tienen que ser condiciones manejables. Una vez que las condiciones políticas y económicas dentro de estado de derecho están dadas para invertir, el inversionista lo hace. Los inversores saben que en todo lugar hay vaivenes políticos, sociales, pero esta situación tiene que estar dentro de los rangos manejables.

Se dice que el ruido político surge desde el Congreso y desde el propio gobierno, esto es considerado por los inversionistas, y en este contexto ¿estamos en un momento adecuado para reactivar los proyectos mineros?

Yo creo que sí. Y es que los proyectos mineros no lo sacas adelante en tres semanas, ni en tres meses. Son años. Nunca habrá una ventana 100% perfecta para decir que este es el momento para sacar un proyecto, porque los grandes proyectos sobreviven a diferentes gobiernos. Este tipo de proyectos necesitan mayor tiempo para madurar, para ver la luz.  La respuesta es sí. Yo creo que es un buen momento.

¿A cuánto asciende, aproximadamente, la cartera de proyectos mineros en el país?

Ese es un tema relativo, porque hay proyectos que entran y otros que salen, pero siempre se habla de un estimado que está por arriba de 56 mil millones de dólares.

Para el corto corto y mediano plazo, ¿qué proyectos son más factibles de salir?

Considero que Tía María es un proyecto que tiene todos los permisos de ley. Ha superado todos los desafíos y los análisis técnicos en todas las entidades; y sin embargo, no ha podido ver la luz por temas políticos o sociales, en coyunturas que han sido propiciadas por sectores anti mineros.

En algún momento, respecto al proyecto Tía María, en Arequipa, se decía “Agro sí, mina no”, Pero, en estas condiciones, conociendo la experiencia internacional, ¿es posible la convivencia entre minería y agricultura?

Por supuesto que sí.  En muchos países hay minas de primer nivel que tienen vecinos dedicados a la agricultura. Antamina es un ejemplo de una minería de primera línea y es considerada como símbolo de una minería moderna.

¿Qué otros proyectos, más allá de Tía María, podrían salir pronto?

Tía María es un proyecto que está llamado a salir y creo Yanacocha sulfuros, por Newmont, también debería salir. Es una inversión de 2.300 millones de dólares que estaba a punto de empezar, pero que, por el ruido político, que fue más agudo hace un par de años durante el gobierno de Pedro Castillo, hizo que se posponga su inversión. Ellos están esperando que haya las condiciones para reanudar con algo que ya estaba decidido.

¿Las condiciones tributarias están dadas para que el inversionista llegue con sus inversiones y apuesta por el país?

Yo considero que hoy por hoy, sí, lo suficiente y razonable.

¿En un contexto de mayores precios del cobre, el oro y de otros metales, habría espacio para la aplicación de un aporte extraordinario a las sobre ganancias, por ejemplo? ¿Sería bien entendido o podría desalentar al sector minero?

Por supuesto que desalienta. Y está comprobado en el mundo entero que con facilidades e incentivos tributarios se promueve la inversión y se pone en marcha los proyectos, y está comprobado que esto es mucho más recomendable. Es el caso, por ejemplo, el ocurrido con Antamina, que generó una mega inversión, y es el caso también de los proyectos de agroexportación.

¿De otro lado, cree usted que hay una labor efectiva para erradicar la minería informal, la que nos hace daño, esa que, genera violencia y hasta asesinatos, como lo ocurrido en Pataz? ¿Se hace un buen trabajo en ese sentido?

Es un tema muy complejo.  Pero ya ve lo difícil que es controlar la delincuencia, el sicariato, el crimen en las ciudades, imagínese controlarlo a nivel rural. Si ya es difícil en la ciudad, imagínese en las zonas rurales.

¿Se requiere medidas más fuertes para combatir la minería informal?

Habría que adherirlo al tema de la formalización, con propuestas viables, y que se den a personas que no estén al margen de la ley, pero no de una manera impositiva, sino que gradualmente sean conscientes que tendrán más beneficios siendo formales que informales o ilegales.

¿En qué momento podríamos recuperar una posición expectante, respecto a Chile, en la producción de cobre?

En teoría hemos pasado a un tercer lugar en producción de cobre, el segundo en el mundo es la República Democrática del Congo. Yo creo que más que por el ruido político es por la permisología, y por el freno de proyectos que, pese a tener saneados todos los asuntos técnicos, como el caso de Tía María, no operan por asuntos sociopolíticos, y eso desalienta. La idea es acelerar la entrada de los nuevos proyectos, eliminar los cuellos de botella, y que el país pueda ganar.

Si tendría al frente al ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, ¿qué le diría para propiciar un marco adecuado para las inversiones en el sector?

A diferencia de otros ministros que ha habido en el pasado, algunos buenos, otros mejores, otros no tanto, Rómulo Mucho es una de las personas más competentes que pueden estar sentados en esa posición. Tiene todas las calificaciones para hacer un buen trabajo. Es una de las personas que dicen “Mina sí, agro también”. Él está fomentando con mucho ahínco la coexistencia entre minería y agricultura, sectores que pueden complementarse, con sinergias para un buen aprovechamiento del agua, por ejemplo. La agricultura y la minería están llamadas a coexistir. Pienso que es el Perú es un país minero y también es un país agrario y eso nadie lo va cambiar.