Economía

Megapuerto de Chancay puede maximizar su impacto con enfoque integral y sostenible

Se requiere involucrar a todos los stakeholders para crear una cadena con todos los actores posibles

El megapuerto de Chancay se perfila como uno de los proyectos de infraestructura más importantes de Perú de los últimos años. Con una inversión estimada de 3,600 millones de dólares y un avance de obras superior al 80 %, el megapuerto apunta a convertirse en un hub logístico regional de primer nivel, impulsando el comercio exterior de Perú y de otros países, generando un impacto económico significativo.

José Antonio La Rosa, director de Supera, señala que si Perú quiere maximizar el impacto del megapuerto de Chancay en términos de reducción de pobreza y generación de ingresos debe enfrentar desafíos que requieren un enfoque integral y sostenible.

En ese sentido, destacó que es crucial la participación de la población así su afectación sea positiva, dado que la Licencia Social para Operar (LTO) juega un rol fundamental para  garantizar el respaldo de la comunidad hacia el proyecto y su armonización con el entorno social y ambiental. “Este es un trabajo que, por la magnitud de la obra, involucra no solamente al concesionario, sino también al Gobierno, que debe brindar todo el acompañamiento para que la licencia social sea lo más sólida posible”, precisó.

Asimismo, La Rosa mencionó que “es importante establecer estrategias para maximizar los beneficios económicos regionales para lo cual se deben implementar programas de desarrollo de proveedores locales, vínculos con instituciones educativas, promoción de la innovación, el emprendimiento, y gestión de cadena productiva”.

En ese sentido, añadió, que las autoridades locales tienen el desafío de implementar políticas públicas que incentiven la inversión privada, promuevan el desarrollo de infraestructura y servicios, y fortalezcan la competitividad regional.

El experto destacó que si el sector público y el sector privado trabajan de la mano, el megapuerto puede convertir a Perú en ese hub logístico regional que aspiramos. “Perú atraerá la carga de países vecinos como Ecuador, que ya evalúa realizar sus despachos mineros y otros productos como frutas, flores y camarón; y Brasil con la exportación de soya. Podemos convertirnos en el Hong Kong de Sudamérica”, señaló.

En su primera etapa, el megapuerto tendrá una capacidad de ocho millones de TEU (contenedores), cifra que se ampliará a 20 millones de TEU en el futuro. Esta capacidad lo convierte en un proyecto de gran envergadura, capaz de atender la creciente demanda del sector exportador peruano, particularmente del sector minero, uno de los principales motores de la economía del país.