La ciudadela inca recibió la recertificación de ser un Destino Turístico Carbono Neutro, pero aún hay compromisos de descarbonización que debe cumplir para lograr el objetivo de cero emisiones. Es importante el papel desplegado por más de 800 familias productoras de castaña de Madre de Dios en el reciente logro ambiental de Machu Picchu.
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Machu Picchu, renovó su certificación de ser la primera Maravilla del Mundo Moderno Carbono Neutral el pasado 27 de junio, reconocimiento internacional que le fue entregado por Green Initiative, en una ceremonia especial en la Plaza Mayor del distrito replicada en el santuario arqueológico.
Este logro fue posible por el trabajo conjunto entre el sector público y privado, pero también por el aporte ciudadano de segregar de forma adecuada sus residuos orgánicos e inorgánicos para su tratamiento posterior, y contribuir así en aminorar las emisiones al medio ambiente.
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Elvis La Torre, alcalde de Machu Picchu, informó que el importante reconocimiento por parte de la empresa líder en certificación climática en el sector de turismo, demanda también nuevos objetivos.
Y es que, aunque la recertificación de Machu Picchu como Destino Carbono Neutro es una gran noticia que impulsará el turismo, implica también el cumplimiento de metas de descarbonización y compromisos internacionales.
Es así que Machu Picchu tiene como objetivo y compromiso reducir las emisiones de dióxido de carbono (co2) en un 45% para el año 2030, y alcanzar las cero emisiones netas para el 2050.
El aporte de los castañeros
Cabe indicar que la huella de carbono de Machu Picchu fue compensada con créditos de carbono generados por el Proyecto de Conservación REDD+ Castañeros, desarrollado por la empresa peruana Bosques Amazónicos (BAM).
La citada empresa protege en su proyecto más de 600.000 hectáreas de bosques megadiversos únicos en el mundo junto a más de 800 familias socias que producen castaña en la región Madre de Dios.
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El burgomaestre destacó el trabajo conjunto del Concejo Distrital de Machu Picchu junto al Servicio de Áreas Naturales Protegidas (Sernamp), el Ministerio del Ambiente, Promperú y las empresas del sector privado que impulsaron el proyecto: Inkaterra, el Grupo Aje, y que inspiró el apoyo posterior de empresas como Tetra Pak, Luz del Sur, World Xchange, BAM y Glasgow Declaration, Hotel Belmont, PeruRail, Inca Rail y Consettur.
