Exministro de Agricultura, considera necesario modernizar el proceso de comercialización en toda la cadena de valor, desde el campo hasta el consumidor final.
Para revertir en parte el problema de encarecimiento de alimentos como el ajo, el exministro de Agricultura, Luis Ginocchio, planteó la necesidad de una importación temporal de este alimento.
Ello con la finalidad de no seguir golpeando a la economía de las familias y a toda la cadena gastronómica que requiere de este insumo que no tiene sustituto.
Puedes ver: Mira la entrevista al exministro de Agricultura, Luis Ginocchio en Altavoz a través de radio Vital.
En entrevista con Altavoz, en radio Vital, Luis Ginocchio, dijo que mientras los consumidores hacen malabares para usar menos dientes de ajo en los aliños o en la preparación de arroz, se debe propiciar la importación de ajo. Ello para aminorar el precio en el mercado local hasta que entre el ajo de Huancayo y Arequipa y posteriormente el que procede de Huacho, Barranca, entre otros lugares de producción.
“Debe haber una mezcla de importación temporal y el ingreso del ajo de sectores productivos”, anotó.
Crisis recurrente
“Esta crisis del ajo, parecida a del limón, tomate, cebolla, es recurrente. El ajo no tiene sustituto en la culinaria peruana, ello nos obliga a ser más exigente en la planificación de la oferta en los mercados”, sostuvo.
Ginocchio anotó que hay 30% menos de siembra de ajo, en los valles productores, en Arequipa, Huancayo, Junín y en las zonas costeras.
Pero también dijo que presumiblemente existe un componente especulativo, por lo que pidió a los comerciantes que pongan a disposición la mayor cantidad de ajo posible para evitar daños en la economía de los consumidores, especialmente en quienes tienen menor poder adquisitivo.
En otro momento de la entrevista, y como evidencia de los difícil que la pasan los agricultores en el país, Ginocchio, señaló que “el campo es una fábrica de pobres”, y que es una frase que tiene algo de razón.
Y es que la pobreza subió en las áreas urbanas, pero también sigue siendo muy complicada en el área rural del país, donde trabajan las familias agricultoras que persisten en esta situación.
“Hay que pagar mejor al agricultor, que está en situación de pobreza, hay que darle semillas y hacer que siembren productos más rentables, o que el sistema de comercialización compre a mejor precio sus cosechas y reduzcan sus mermas. Esa ineficiencia la van a pagar el productor pobre”, dijo.
Capacitación
En la entrevista consideró necesario apuntar por la capacitación en toda la cadena de valor que va desde la producción en el campo hasta el consumidor final, para aminorar precios, y que es una tarea impostergable.
Para ello, dijo que se requiere invertir en la capacidad de gerencia de los agricultores. “Urge que el Estado establezca planes permanentes de capacitación para que la asociatividad fluya a partir de personas mejor entrenadas en el mundo de los negocios”, señaló.