Economía

Litio Boliviano: el camino hacia la potencia energética y el desafío para Perú

Bolivia, tierra de salares y vastos yacimientos de litio, está consolidando su posición como una potencia energética emergente con la firma de un acuerdo trascendental entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y Uranium One Group (Rosatom). Este pacto, que contempla la construcción de una planta pionera con tecnología de extracción directa de litio en el municipio de Colcha “K”, marca un hito significativo en la extracción e industrialización de este metal en el país.

El litio, un componente esencial en las baterías de ion de litio utilizadas en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, se ha convertido en un recurso estratégico en la transición global hacia la energía limpia. Bolivia, con sus vastas reservas, se presenta como un jugador clave en este escenario, pero ¿cuál es el papel de otros países de la región, como Perú?

El gobierno boliviano, a través de YLB, ha gestionado con éxito acuerdos de producción, industrialización y comercialización con empresas extranjeras, marcando el inicio de un ambicioso proyecto que abarca todas las etapas del negocio del litio. Desde la exploración hasta la industrialización y comercialización, Bolivia se posiciona como un actor estratégico en el mercado global de litio.

La flexibilidad normativa, que permite a las empresas inversoras optar por la extracción o la industrialización del litio, brinda un terreno propicio para la inversión extranjera. El gobierno boliviano, consciente de la importancia de la industrialización del litio en diversos sectores, no se limita solo a las baterías, explorando también aplicaciones en cerámicas, vidrios, cementos, grasas lubricantes, aleaciones de litio, entre otros.

Además, el enfoque de Bolivia no se limita a la compra de áreas de exploración y explotación, diferenciándose notablemente de la estrategia adoptada por Argentina. En un acuerdo marco con el gobierno boliviano, se establece la dimensión del área y el alcance del proyecto, con un porcentaje de inversión que el gobierno devuelve a la empresa inversora, creando un ambiente atractivo para la inversión extranjera.

La participación con el Estado como socio estratégico, mediante un Joint Venture donde el 51% pertenece al Estado boliviano y el 49% a la empresa inversora, demuestra su visión a largo plazo y un compromiso conjunto en el desarrollo de la industria del litio.

Perú ante el desafío del litio boliviano

Con Bolivia consolidándose como una potencia energética en ascenso, Perú se enfrenta al desafío de no quedar rezagado en la carrera por el litio. Si bien Perú no cuenta con las reservas masivas de litio como su vecino, sí posee recursos significativos y una posición geográfica estratégica.

La pregunta que surge es: ¿qué puede hacer Perú para capitalizar esta oportunidad y no quedar a la sombra del auge del litio boliviano?

La respuesta podría yacer en una estrategia integral que involucre tanto la exploración como la industrialización del litio. La flexibilidad normativa boliviana, que permite a las empresas optar por una u otra fase del proceso, podría servir de inspiración para Perú.

Además, una mayor cooperación regional entre Bolivia y Perú en el ámbito energético podría ser beneficioso para ambas naciones. Compartir conocimientos, tecnologías y recursos podría fortalecer la posición de la región en el mercado global del litio, permitiendo que ambas naciones se beneficien mutuamente.

Mientras Bolivia avanza hacia la consolidación como potencia energética, Perú tiene la oportunidad de aprender de su vecino y forjar su propio camino en la industria del litio. La cooperación regional y una estrategia integral podrían ser las claves para que ambos países aprovechen al máximo el potencial del litio en la era de la transición energética.