Los recursos médicos estratégicos están almacenados en el Cenares sin que se haya distribuido en las postas y hospitales públicos del Perú. Especialistas consultados por Altavoz, expresaron su indignación y demandan una comisión investigadora en el Congreso y sanción a los responsables.
El Perú no está para despilfarros, los ciudadanos no merecen que, por la desidia, ineptitud e irresponsabilidad de los funcionarios públicos se pierdan millones de soles, que salen de los bolsillos de todos los peruanos, en medicamentos con fechas de expiración vencidas y no aptos para el uso por parte de los pacientes del país.
Y es que desde el 2017 hasta el 2023 están apilados, en condición de baja por caducidad, miles de medicamentos en el almacén de productos no refrigerados del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), en Lurín.
Según un informe de orientación de oficio de la Contraloría enviado a las autoridades del Cenares, se identificaron recursos estratégicos en salud, léase medicinas, por más de S/ 56 millones, que están en condición de baja desde el 2017 hasta el 2023 en el almacén de productos no refrigerados de esta entidad.
Es un despilfarro de dinero. Si los esperados medicamentos habrían llegado a tiempo, de forma oportuna a las postas y hospitales, miles de pacientes habrían aliviado sus males, curado en muchos casos, y hasta salvado la vida.
Son 15 millones 116 mil 699 unidades de medicamentos (recursos estratégicos en salud) con fecha de expiración vencida, desde el 2017 hasta el 2023, de los cuales un 83,48%, por un valor superior a S/ 46,7 millones de soles, fueron dados de baja el año pasado.
Según el documento del órgano de control institucional, que tiene un periodo de evaluación del 18 al 19 de abril de este 2024, estos medicamentos están a la espera de su destrucción.
Urge comisión investigadora y sanción
Omar Neyra, doctor en Salud Pública, consultado por Altavoz, señaló que este hecho ya fue denunciado en reiteradas oportunidades, y que poco o nada se hizo para revertir esta recurrente situación.
Señaló que la responsabilidad recae en los burócratas del Ministerio de Salud, que deben ser sancionados.
Al respecto, Hernán Garrido-Lecca, exministro de Salud durante el segundo gobierno aprista, demandó la instalación de una Comisión Investigadora en el Congreso para identificar y sancionar a los responsables políticos, incluyendo al Contralor General de la República.
Pero también consideró necesario una denuncia ante la fiscalía a los funcionarios que resulten responsables de este deleznable hecho, recurrente desde el 2017, y que afecta no solo a los pacientes porque nunca les llegó el medicamento, sino por la pérdida de esos más de S/ 56 millones del presupuesto peruano destinado a la compra de medicinas.
Medicamentos para salud mental
Pero hay un dato muy importante, muy reciente. Y es que, al 18 de abril de este año, hace muy poco tiempo, unas 340.000 unidades del medicamento que lleva por nombre Haloperidol de 5 miligramos en tableta, están apiladas, en cajas, en el sub almacén del Cenares, inmovilizados, en calidad de baja por haber superado su fecha de vencimiento.
La utilización de esta medicina solo estaba permitida hasta el 28 de febrero de este 2024, según lo revela también el informe de orientación de oficio de la Contraloría enviado a las autoridades del Cenares.
El Haloperidol es un medicamento antipsicótico y neuroléptico que se utiliza para tratar la esquizofrenia, los trastornos bipolares y otros trastornos psiquiátricos.
Es un hecho indignante, reprobable, por lo que la responsabilidad recae no solo en Cenares, sino también por la falta de coordinación con las Direcciones de las Redes Integradas de Salud (Diris), la Dirección Regional de Salud (Diresa) y la Gerencia Regional de Salud (Geresa).
Su entrega a tiempo habría permitido que los más de 15,1 millones de unidades de medicamentos hayan sido redistribuidos en Lima y en las regiones del país para aliviar los males de los pacientes.
Una fuente consultada, de la alta dirección del sector, calificó de “lamentable” esta situación y que debe investigarse a profundidad y analizar todos los múltiples nudos críticos, para identificar las responsabilidades en toda la cadena de gestión de medicamentos.
En el caso de las 340 mil unidades de tabletas de Haloperidol de 5 miligramos, su distribución y redistribución en los centros de salud mental comunitarios y los centros especializados, debió servir para atender a los miles de personas que tienen diagnóstico de esquizofrenia, trastornos de bipolaridad y otros trastornos psiquiátricos.
“Debe investigarse a profundidad y analizar todas las responsabilidades por el mal cálculo estimado en la fecha de vencimiento del Haloperidol y los otros medicamentos que reporta el informe”, señaló nuestra fuente.