Fitch Ratings ha revisado la perspectiva de la calificación de la deuda de Perú, pasándola de negativa a estable y manteniendo la calificación crediticia de largo plazo en moneda extranjera y local en ‘BBB’.
La agencia destacó que, pese a la volatilidad política y la recesión económica del año pasado, las políticas sólidas del país han favorecido la recuperación económica y ayudado a mantener la estabilidad macroeconómica este año.
Sin embargo, Fitch señala que la incertidumbre política sigue siendo alta, lo cual frena la inversión privada y limitaría el crecimiento a alrededor del 2,5% en los próximos dos años. Además, aunque la gestión fiscal se ha debilitado y los objetivos podrían no cumplirse, se proyecta que la deuda pública se mantenga estable en niveles bajos en relación con el PIB.
La calificación ‘BBB’ también se apoya en la fuerte liquidez externa de Perú, su historial de estabilidad macroeconómica y un marco de políticas disciplinado. Fitch observa que, aunque la relación entre el Ejecutivo y el Congreso es tensa, la presidenta Dina Boluarte ha logrado mantenerse en el cargo mediante alianzas políticas, aumentando la probabilidad de que complete su mandato hasta 2026.
En relación con la reforma de pensiones, el Congreso aprobó un sistema de cuatro pilares que incluye nuevos regímenes semicontributivos y voluntarios, prohibiendo los retiros de fondos para permitir la recuperación gradual de los activos. Fitch estima que la implementación de esta reforma generará un costo fiscal moderado, de entre 0,1% y 0,5% del PIB a mediano plazo.
El crecimiento del PBI, se espera, alcanzará un 3% en 2024, impulsado por la recuperación de sectores clave como la agricultura y la pesca, el estímulo fiscal en curso, la sólida producción de cobre y el consumo privado apoyado por menores niveles de inflación. La inversión privada, aunque se ha recuperado en confianza, se mantiene en niveles moderados, mientras que el crecimiento potencial podría rondar el 2,5% después de 2024, beneficiándose de grandes proyectos de infraestructura y la demanda global de minerales.
En cuanto a la inflación, el Banco Central de Reserva del Perú ha mantenido la tasa de interés en 5,25%, con la inflación dentro del rango objetivo. La minería también ha experimentado un impulso, con $2,500 millones en proyectos descongelados este año, aunque grandes proyectos como Tía María aún enfrentan incertidumbre.
Para el déficit fiscal, Fitch prevé que se ubicará en el 4,0% del PIB en 2024 y proyecta que disminuirá al 2,5% en 2025. La deuda pública aumentaría ligeramente, pasando del 32,4% en 2024 al 33,4% en 2026, todavía muy por debajo de la mediana de la calificación ‘BBB’. Fitch también advirtió sobre los riesgos que representan la gobernanza y la rentabilidad de Petroperú, cuyo impacto en la deuda soberana es relativamente bajo, con una carga del 1,8% del PIB.
Finalmente, las reservas internacionales de Perú, que alcanzan los $82,000 millones, ofrecen una sólida cobertura de los pagos externos, fortaleciendo aún más la posición de liquidez del país.