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El sol peruano, la nueva divisa de referencia en Bolivia ante la crisis de dólares
La crisis económica que azota a Bolivia ha provocado una marcada escasez de dólares, lo que ha llevado a los bolivianos a voltear la mirada hacia una nueva opción: el sol peruano. Ante esta situación, la moneda peruana ha incrementado su valor en el mercado cambiario, y la prensa boliviana ya lo cataloga como el «nuevo dólar» para el país.
El diario boliviano La Razón lo destaca en su portada dominical con el titular: «El sol peruano se convierte en el nuevo dólar». Según el medio, la falta de dólares ha llevado a la población a preferir el sol peruano como moneda de intercambio. «Comerciantes compran soles para luego cambiarlos por dólares en Perú», detalla el diario.
El aumento en la demanda del sol ha provocado un incremento significativo en su valor en las casas de cambio bolivianas. Aunque el tipo de cambio oficial establece que 1 sol equivale a 1.8 bolivianos, en las casas de cambio esta cifra se eleva hasta casi 3 bolivianos debido a la alta demanda.
Este fenómeno ha resultado beneficioso para algunos bolivianos, quienes compran soles y luego los venden en la frontera peruana a cambio de dólares. El diario boliviano aclara que, mientras que 100 soles peruanos equivalen a US$ 26.7 (según el cambio oficial), adquirir esa misma cantidad de dólares en el mercado paralelo boliviano podría costar hasta 320 bolivianos.
Además, el medio señala que ante la incertidumbre sobre la disponibilidad de dólares, ciertos sectores han comenzado a ahorrar en soles o utilizarlos en sus transacciones comerciales. Esto ha impulsado aún más la demanda de la divisa peruana, creando una oportunidad para los cambistas.
Impacto en el comercio bilateral
El fortalecimiento del sol frente al boliviano también tiene repercusiones para Bolivia, ya que encarece los productos importados desde Perú, afectando los costos de bienes esenciales en el mercado local.
La caída del «milagro boliviano»
Bolivia atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia reciente. Durante más de dos décadas, el modelo económico basado en subsidios y proteccionismo instaurado por Evo Morales fue financiado principalmente por la exportación de gas. Sin embargo, la nacionalización de los recursos energéticos y la falta de nuevas exploraciones han llevado a un agotamiento de los yacimientos.
En 2014, Bolivia generaba ingresos por más de US$ 6,000 millones en exportaciones de hidrocarburos; en 2023, esa cifra se desplomó a poco más de US$ 2,000 millones. Esta drástica caída ha obligado al gobierno a utilizar las reservas internacionales para mantener los subsidios y el tipo de cambio oficial. No obstante, las reservas han ido disminuyendo drásticamente, pasando de US$ 15,122 millones en 2014 a apenas US$ 1,709 millones en 2023.
La creciente crisis económica ha obligado a los bolivianos a buscar alternativas frente a la escasez de dólares, y el sol peruano ha emergido como una opción sólida en este difícil contexto.