Otro anuncio que ya genera preocupación entre los países productores y exportadores de cobre. Y es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el inicio de una investigación para aplicar aranceles a la importación de cobre en su país.
Se trata de una nueva arremetida a las normas internacionales de comercio que de concretarse impactará en todos los países productores de cobre.
En el continente americano, la medida proteccionista impactará a Chile, México, Canadá y Perú.
Los asesores del mandatario afirman que China avanza para dominar el mercado global de cobre, por lo que la intención de la administración Trump es ponerle freno.
Con esta posible medida, Estados Unidos busca reconstruir la producción estadounidense de un metal crítico para vehículos eléctricos, hardware militar, semiconductores y una amplia gama de bienes de consumo, señala una nota de Reuters.
El presidente Trump firmó la orden ejecutiva que ordena al secretario de Comercio, Howard Lutnick, iniciar una nueva investigación de seguridad nacional bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la misma ley que Trump usó en su primer mandato para imponer aranceles globales del 25% al acero y al aluminio.
El resultado de esta investigación determinaría dos vías: cuotas de importación o aplicación de aranceles. Trump prefiere lo segundo.
El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo que la investigación se completará rápidamente, “en el tiempo de Trump”.
Navarro afirmó que China estaba utilizando subsidios estatales e influencia económica para ganar control sobre la producción mundial de cobre, de la misma manera que ahora domina la producción de acero y aluminio.
Los países que se verían más afectados por cualquier nuevo arancel estadounidense al cobre serían Chile, Canadá y México, que fueron los principales proveedores de cobre refinado y artículos de cobre en 2024, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
En un comunicado la secretaría de Comercio de Estados Unidos, señaló que “para reconstruir nuestra industria del cobre, investigaré la imposición de posibles aranceles”.
La secretaría de Comercio afirmó que las industrias y la defensa nacional de Estados Unidos dependen del cobre y que “debería fabricarse en Estados Unidos, sin excepciones”.
La investigación se centraría en las importaciones de cobre en bruto extraído, concentrados de cobre, aleaciones de cobre, chatarra de cobre y productos derivados hechos a partir de cobre.
Se debe señalar que el Departamento de Energía de EE.UU. reconoció al cobre como un material crítico en el mediano plazo debido a la mayor demanda de tecnologías de energía solar y la electrificación global, señalando que era el segundo material más utilizado en las plataformas de armas estadounidenses.
Con base en la demanda actual de vehículos eléctricos y aplicaciones de inteligencia artificial que consumen mucha energía, habrá una escasez de cobre en Estados Unidos en el futuro, y Estados Unidos no puede desarrollar una capacidad adecuada de fundición y refinación de cobre a menos que haya una certeza razonable de protección comercial duradera para el sector, señaló la entidad oficial de EEUU.