Economía

Alejandro Narváez asume la presidencia de Petroperú en medio de críticas y dudas sobre su trayectoria

En una asamblea extraordinaria celebrada el jueves 7 de noviembre de 2024, la Junta General de Accionistas de Petroperú nombró a Alejandro Narváez Liceras como presidente del directorio, en calidad de director independiente. La resolución establece que Narváez, junto con otros cuatro nuevos miembros del directorio, comenzará sus funciones el 8 de noviembre.

Los nuevos miembros del directorio incluyen a Robert James McDonald Zapff (Director Independiente), Carlos Alberto Lezameta Escribens (Director No Independiente), David Quispe Figueroa (Director No Independiente) y César Rodríguez Villanueva (Director Independiente). También se oficializaron las renuncias de los miembros anteriores, incluidos Oliver Thomas Alexander Stark Preuss, presidente saliente, y otros miembros como Germán Alfredo Boza Pro y Pedro Fernando Gamio Aita.

El nombramiento de Narváez ha generado debate debido a un caso judicial de su pasado. En 1973, cuando tenía 20 años, enfrentó cargos por una presunta violación, lo que resultó en una condena de seis meses de prisión, cumplida en ese mismo año.

El caso resurgió en 2021 cuando la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) lo destituyó temporalmente de su cargo académico en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sin embargo, Narváez fue reincorporado debido a un tecnicismo legal, ya que el presunto delito ocurrió antes de la promulgación de una ley que regula la destitución de empleados públicos con antecedentes penales.

Narváez ha respondido a las críticas calificando la denuncia como «falsa», argumentando que el proceso judicial de su juventud fue irregular y que el propósito no era una condena penal, sino más bien una medida socioeducativa. Insiste en que los eventos de hace más de 50 años no deben ser un obstáculo para su capacidad para asumir cargos públicos, especialmente después de que el Jurado Nacional de Elecciones confirmara en 2021 que no tenía sentencias vigentes que lo inhabilitaran.

El nombramiento de Narváez se interpreta como una jugada estratégica dentro del gobierno de Dina Boluarte, apoyado por figuras cercanas al sector nacionalista, como el exministro de Energía y Minas Óscar Vera. A pesar de otras propuestas como Pedro Grados, Pedro Sánchez y Robert McDonald, la designación final favoreció a Narváez, subrayando una preferencia por una visión más estatista en la gestión de Petroperú. Este nombramiento refleja las complejidades políticas peruanas y cómo el pasado de un individuo puede influir en su capacidad para asumir roles de liderazgo en empresas estatales.