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“A una Fintech no le puedes aplicar una norma de la talla de un banco porque la matas”

Ljubica Vodanovic, socia fundadora de la firma Vodanovic, conversó con Altavoz, y considera necesario aminorar la carga normativa para el ingreso de las Fintech en el mercado y con ello generar mayor competencia y lograr mayor inclusión financiera. La abogada señala también que se debe apostar por innovación en los servicios financieros y la presencia de más “players” en el ecosistema Fintech.

¿En qué momento nos encontramos en todo este ecosistema de Fintech, esos servicios financieros cuya prestación se vincula a innovaciones tecnológicas?

—La industria Fintech en el Perú es incipiente aún; es decir, tiene mucho potencial, pero recién se está desarrollando. A pesar de que hay varias, ellas aún tienen que trabajar en consolidar la confianza.

¿Qué podemos hacer para mejorar?

—Consolidar la confianza en ellas, cumpliendo las normas que ya las rigen, mejorando su gestión de riesgos, su ciberseguridad y con eso pueden empezar a mejorar la confianza en ellas. Es una industria incipiente en camino a ser más desarrollada, pero que tiene muchísimo potencial, sobre todo para la inclusión financiera.

Importantísimo generar competencia para que haya mayor inclusión financiera y obviamente, avanzar con la utilización de este sistema.

—El Perú tiene una buena regulación que genera competencia, porque no tenemos monopolios ni protegemos los monopolios. Dejamos entrar libremente a cualquiera que quiera hacer negocio. El tema es que, para generar competencia eficiente, los players, los actores, tienen que ser eficientes y mejorar el nivel de confianza. Las reglas de juego están dadas para que haya competencia, pero va a depender de las Fintech y de sus modelos de negocio para que sean realmente competitivas y así participen de una competencia sana y buena.

¿Y qué papel han jugado las billeteras digitales en este proceso?

—Las billeteras digitales representan el producto Fintech más importante, porque es la puerta de entrada a todos los servicios financieros desde el celular. Es el producto Fintech más relevante de hoy y el que más inclusión financiera puede llegar a tener.

Ha tenido un crecimiento importante…

—Importantísimo.

¿Cuáles son las cifras de ese crecimiento?

—Mira, solo Yape, atiende a más de 14 millones de peruanos. Si le sumas las otras billeteras, ya se ha vuelto el segundo medio de pago más usado en el Perú y ya desplazó a las tarjetas de crédito y a las de débito. Eso te hace ver que las billeteras digitales se han vuelto en un mecanismo muy importante de pago, de transacción.

—¿Significa, entonces, que los peruanos están utilizando más las billeteras digitales y desplazando así a otros sistemas de pago?

—Desplazando a las tarjetas de crédito que se utilizaban y solo se ubica después del efectivo, del cash.

¿De qué dependerá un mayor auge de las Fintech en el país, debe haber cambios en la regulación?

—Nosotros siempre lo enfocamos en dos planos, el público y el privado. Desde el lado privado ya hemos hablado, buscar generar confianza haciendo las cosas bien y con autorregulación.

—¿Y desde el lado público?

—Las autoridades tienen que coordinar mejor, porque hay muchas autoridades en juego, el Banco Central de Reserva, la Superintendencia de Banca y Seguros, el Ministerio de Economía y Finanzas, etcétera. Tienen que coordinar para que sus normas sean flexibles y proporcionales. A una Fintech no le puedes aplicar una norma de la talla de un banco porque la matas. Y tampoco no puedes tener ninguna norma cuando se necesita. Esa coordinación y ese trabajo es la tarea del sector público.

Y en este aspecto se debe avanzar en educación financiera.

—Así es, porque con educación financiera se puede dar a conocer todo lo que hay en Fintech y el potencial que puede tener en el Perú.

¿La autorregulación por dónde viene?

—Por las propias Fintech. Siempre la autorregulación la hacen ellas. El proyecto y la idea que tenemos es que ellas, las de pagos, empiecen a autorregularse para mejorar la confianza en ellas.

—¿Y qué regulación debe propiciar el Estado?

—Respecto a países de la región, el Perú tiene una regulación flexible en muchos aspectos, pero hay cosas aún por mejorar. Ya tenemos regulación del crowdfunding, tenemos regulación del dinero electrónico, tenemos regulación de los Sandbox, pero mala, esas hay que mejorar porque solo se permite a los bancos y financieras y no a las Fintechs. Tenemos mucha flexibilidad para abrir negocios, hay libre salida y entrada de capital. O sea, nuestra regulación en general es flexible.

¿Qué tendríamos que hacer?

—Ajustes en la legislación, por ejemplo, la regulación de las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (EEDEs), que hacen billeteras electrónicas, hay que bajarla y flexibilizarla, porque ahorita es muy estricta. Tenemos que mejorar en ese tipo de cosas, con ajustes, pero no es que tengamos que emitir mayor regulación. Una norma importante que Perú ya tiene es el de prevención del lavado en Cripto. Es una regulación que va generar predictibilidad en el mercado de criptoactivos, muy importante también.

¿Criptoactivos, criptomonedas?

—Sí, criptomonedas. Ya salió el proyecto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para temas de prevención del lavado. Entonces, cuando vengan las plataformas de criptomonedas, van a saber qué reglas deben cumplir. Y eso es bueno, porque eso atrae al mercado y le da predictibilidad.

¿Aproximadamente cuántas Fintech existen en el país y cuántas están en la informalidad?

—No tengo la cifra de cuántas informales, pero sí puedo decir que de las más de 250 Fintechs que existen, hay un porcentaje alto de las que ni siquiera saben qué rol cumplen. Es decir, hay un nivel de desconocimiento, que no significa que sean informales, sino que tienen que trabajar en darse a conocer y en autorregularse.

¿Y cuántas sí estarían cumpliendo con esto? Hablaste de 30 aproximadamente.

—No es que 30 no estén cumpliendo. Pueden cumplir muchas más de 30, pero vemos a unas 30 más activas, moviendo la aguja. Por ejemplo, sacan su billetera, se ayudan con el banco y están creciendo.

Están moviéndose más en el mercado.

—Sí, por eso digo que nuestro mercado es incipiente, porque no es que todos los players están haciendo cosas relevantes en todo momento, sino que son startups empezando a encontrar una posición, de a pocos. Y las 30 son las que están ya haciendo cosas más importantes.

¿De qué va a depender el despegue de las Fintech y que el mercado peruano las vea como actores adecuados?

—Ellas van a tener que hacer dos cosas. Mejorar sus estándares, generar la confianza de la que hemos hablado, y que sus modelos de negocios realmente alivien un dolor del usuario. Es decir, ellas no pueden pensar que van a prestar si no tienen qué prestar. Tienen que identificar lo que el peruano no tiene resuelto en sus servicios financieros, y entrar allí. De repente en una fase chiquita permito hacer pagos digitales más rápido al comercio, hacer cobranzas y pagos. Ahí entro. Pero lo que deben hacer es cubrir una necesidad, un dolor del peruano, y a ese negocio tienen que convertirlo en escalable y que lo puedan replicar en otros espacios, en otros mercados, en otros países. Porque si no lo hago así, pensando en aliviar un dolor, en cubrir una necesidad y que sea escalable, ese negocio va a muerte.

De otro lado, el Banco Central de Reserva, ha emitido una regulación para desarrollar un plan piloto para que, con la participación de las empresas de telecomunicación (Telco), llegar con dinero digital a lugares donde no llegan las entidades financieras.

—Así es.

¿De qué se trata esto?

—El objetivo fundamental es la inclusión financiera. El Banco Central de Reserva del Perú es consciente de que hay lugares en el país donde no han llegado los servicios financieros. Y dice de qué manera podemos acercar los pagos a los peruanos de esas localidades. Eso es competencia del Estado. Con ello se acerca los pagos con una empresa privada que tenga red de telecomunicaciones, que pueda llegar a esas zonas no bancarizadas, y yo le ayudo emitiendo dinero digital. Entonces tienes la billetera de la Telco, más el dinero digital directamente del Banco Central, para que ese peruano que está en una zona recóndita pueda tener ese servicio financiero con participación de la Telco que sí llegó a esa localidad.

Importantísimo. ¿A través de ello se puede llegar con los bonos, por ejemplo, del gobierno?

—Bonos, subsidios, con pagos de servicios, con giros de sus familiares, tantas cosas, y con ello se estarían resolviendo tantos dolores, tantas necesidades insatisfechas en materia financiera.

Un paso importante sería que las empresas puedan depositar los sueldos, remuneraciones de sus trabajadores a través de una billetera digital. ¿Qué faltaría para ello?

—Las billeteras que sí pueden recibir sueldos hoy son las de las financieras y bancos.

¿Las que están relacionadas con los bancos?

—Sí, como Yape o Plin.

¿A quiénes falta permitirle esa posibilidad?

—A las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (EEDEs) que ya tienen sus billeteras. Las EEDES que tenemos hoy, GMoney, Tarjetas Peruanas, ellas podrían recibir pagos en las billeteras.

¿Esto requiere regulación? ¿Estamos avanzando para permitirlo?

—Hay un proyecto que se está trabajando para que se pueda pagar sueldos en estas otras billeteras. El Ministerio de Economía es consciente de eso y está impulsándolo. Lo que necesitamos es coordinación con las otras autoridades y que salgan esas normas. Ahora hay facultades delegadas al Ejecutivo para trabajar en servicios financieros inclusivos. Yo creo que esa es una gran ventana para poder sacar estos ajustes normativos.

¿De quién va a depender fundamentalmente?

—Del Ministerio de Economía y Finanzas.

Y en el caso de la SBS, por ejemplo, ¿falta algún tipo de regulación?

—Que bajen la regulación de las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico, que le aligeren la regulación que tienen las EEDEs.

¿Por dónde?

—En licenciamiento, por ejemplo. Toma dos años dar una licencia de EEDEs, eso es inaudito, porque no son bancos, son simplemente billeteras digitales. Y la regulación que se les aplica en el día a día es de la talla de un banco. Se tiene también que flexibilizar en gestión de riesgos, límites, etc. para permitir que más EEDEs entren más fácil al Perú.

¿Y qué hacer para afirmar la confianza del público respecto a las Fintech?

—La confianza viene con mucha educación financiera y con ciberseguridad. Una norma transversal para todo el Perú es la de ciberseguridad, eso es clave para que todos tengan un estándar de ciberseguridad.

Y es que hay Fintech que han estado estafando, haciendo trampas, cometiendo fraudes a las personas.

—Exacto, y la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha estado advirtiendo de eso a los usuarios, identificando y alertando de esas situaciones.

¿Por qué no puede haber mayor control en ese sentido?

—Es que es un trabajo de mucha educación financiera. Esas apps a las que te refieres le están haciendo daño a la industria Fintech, a ellas no las llamo Fintech, yo las llamo apps ilegales. Esas de ahí hay que separarlas.

¿Pero cómo se va lograr eso?

—Con transparencia y educación, dándolas a conocer. Estas son todas las del registro. Estas son las que pueden prestar. Y si no están en el registro, no pueden prestar. Y darlo a conocer al público que además tiene que educarse para estar más informado. No le puede creer a una aplicación, a una app, que le llama por teléfono y que le dice que le va a dar préstamo baratísimo si no sabe nada de ella. Tiene que informarse, tiene que entrar a ver dónde está. Eso es parte de la educación financiera.