Economía

5 lecciones de ahorro que nunca pasan de moda (y siguen funcionando en 2025)

Aunque la economía, la moneda y la tecnología han cambiado, algunas costumbres financieras de hace 40 años continúan siendo igual de efectivas hoy. En 1985, el dólar rondaba los 16 intis, no existían las billeteras digitales y ahorrar en el clásico “chanchito” era parte de la vida familiar.

Hoy contamos con aplicaciones móviles, inversiones online y hasta criptomonedas. Sin embargo, los principios básicos de la educación financiera siguen siendo la base para construir estabilidad económica.

Para Ricardo Asmat, cofundador del Fin&Fun Fest, la educación financiera “es como una receta tradicional: se puede modernizar, pero los ingredientes clave no cambian. Lo importante es adaptar las buenas prácticas a las herramientas de cada época”.

A continuación, cinco lecciones de ahorro que siguen funcionando en 2025:

1) Gasta menos de lo que ganas

Parece una regla obvia, pero es el error más frecuente. La clave está en separar primero un porcentaje fijo para el ahorro y recién después organizar los gastos.

2) Mantén un fondo de emergencia

En los 80 era común guardar efectivo en casa o en una cuenta aparte. Hoy existen alternativas más seguras y rentables como depósitos a plazo, fondos mutuos líquidos o cuentas digitales. Lo importante no es el formato, sino tener un respaldo para enfrentar imprevistos sin endeudarse.

3) Evita deudas innecesarias

Endeudarse compromete ingresos futuros. Comprar a cuotas sin necesidad, abusar de la tarjeta de crédito o acceder a préstamos con altas tasas puede poner en riesgo la estabilidad financiera. La regla de oro: piensa dos veces antes de asumir una deuda y asegúrate de que sea realmente necesaria.

4) Aprovecha los ingresos extra

Bonificaciones, gratificaciones o ventas ocasionales no deberían destinarse solo al consumo. Invertir o ahorrar parte de esos ingresos ayuda a fortalecer la seguridad financiera a mediano y largo plazo.

5) Ahorra con un propósito

Tener un objetivo claro —viajar, estudiar, emprender un negocio o comprar un bien— motiva y disciplina el hábito del ahorro. Cuando el dinero tiene un destino, es más fácil evitar gastos impulsivos.

“Ahorrar no es solo guardar dinero, es crear seguridad y oportunidades para el futuro. Lo que aprendimos en el pasado sigue teniendo valor, pero hoy tenemos más herramientas para hacerlo más rápido y seguro”, concluye Asmat.


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