La posible salida de Lionel Messi del Barcelona ocupó este verano todas las portadas, pero el lunes por la mañana los titulares fueron para otro futbolista: Ansu Fati.
A pesar de tener sólo 17 años, se espera mucho del joven delantero. Y de momento no defrauda. Fati brilló con dos goles y recibió una falta penal en la goleada del Barça sobre el Villarreal del domingo. Todo lo hizo en los primeros 35 minutos del partido.
Muchas voces del mundo del fútbol se preguntan cómo será la vida en el Camp Nou cuando Messi se marche. Con el argentino viviendo posiblemente su último año como blaugrana, Fati quizás ha empezado a responder a esa pregunta.
Alineado en la banda izquierda del trío de delanteros, el internacional con España fue un dolor de cabeza para los rivales. Marcó dos goles en los primeros 20 minutos y, poco después, forzó un penal que Messi anotó.
Su compañero de equipo Sergio Busquets lo elogió tras el partido: “Tenemos que estar tranquilos con él, sabemos de sus condiciones y su edad. Tiene unas condiciones tremendas, pero no corramos demasiado. Tiene al lado grandes compañeros de los que puede aprender mucho. Hay que dejarle que haga su fútbol y vaya aprendiendo”.
Lo que quizás resulte más esperanzador para los hinchas del Barcelona es que la famosa “Messidependencia” del equipo parece ser mucho menor con el nuevo entrenador, Ronald Koeman, que en otros años.
Messi apenas fue clave en los primeros 20 minutos, en los que sólo tocó el balón seis veces.
En ese tramo del partido, todo el peso del ataque cayó en Fati. Su ritmo eléctrico, sus pies rápidos y su juego directo causaron un sinfín de problemas a la defensa visitante. Y mostraron, quizás, que hay vida después de Messi. (Fuente Reuters)